La secuencia de borrascas que afectan a Galicia está dejando los ríos gallegos al límite. En las últimas jornadas se han sucedido episodios de inundaciones y, pese a la tregua de este miércoles, la situación puede ir a peor en los próximos días. Tanto esa así que la Xunta decidió la tarde-noche de ayer activar el plan especial por riesgo de inundaciones debido al desbordamiento de ríos en las provincias de A Coruña, Pontevedra y Lugo.
El 112 Galicia señala varios puntos en los que la situación es de alerta: el río Miñor a su paso por Gondomar, el Lérez por Pontevedra, el Támega por Verín, Monterrei y Oímbra y el Tambre por Oroso y Val do Dubra. Además, varios embalses han tenido que abrir sus compuertas, lo que implica un incremento repentino de los niveles de agua río abajo, por lo que reclaman especial precaución. Son las presas de Santa Uxía, en el río Xallas, la de Ribeira, en el Eume, la de Chandrexa, en el Navea y la de Montefurado, en el Sil.
Ante este aviso, la Xunta recomienda abandonar las actividades realizadas en los espacios fluviales, retirar los vehículos del margen de los ríos o no atravesar puentes o torrentes. Y en caso de que el agua alcance un vehículo, el consejo es salir y situarse en una parte alta.
Hace dos semanas, la intentas lluvias desbordaron ríos en A Terra Chá. Fue tal la virulencia que hubo parroquias que se convirtieron en islas cubiertas con una capa de agua de 70 centímetros. Ante el riesgo de que se repitiese una situación similar ayer, por las precipitaciones acumuladas en los últimos días y la registradas ayer, la Xunta activó la alerta por el riesgo de desbordamientos puntuales en el curso de varios ríos a su paso por las provincias de A Coruña, Lugo y Pontevedra. Los sistemas de control y seguimiento de las respectivas cuencas habían detectado el crecimiento significativo de los caudales de varios ríos, que superaron los umbrales establecidos. Con valores elevados de precipitaciones durante la jornada de ayer, destacan Entrimo (56,8 litros por metro cuadrado), Cotobade (49,1), Avión (41) y Santa Comba (39,8).
A las intensas precipitaciones que dejó el paso de Karim por la comunidad, se sumaron las alertas por fuertes rachas de viento (se llegaron a superar los 125 kilómetros por hora), la presencia de nieve a 900 metros y temporal marítimo con olas de hasta seis metros. Aunque la previsión inicial era de nivel amarillo en el litoral, finalmente el azote de la sexta borrasca del año fue mayor del esperado en el mar y la Dirección Xeral de Emerxencias elevó el nivel de riesgo a naranja en toda la costa gallega.
