Justo cuando más dinero se necesita para combatir la pandemia de COVID, menos recursos entrarán en la caja de recaudación de la Xunta. De ahí la importancia de los fondos europeos, que permitirán a las administraciones mantener el pulso en la lucha contra el virus y diseñar medidas para reactivar la economía. La caída del consumo derivada de la crisis sanitaria y económica supondrá este año para el Gobierno gallego una merma en sus ingresos tributarios de más de 168 millones de euros.
El gran golpe se lo llevará el IVA. Con la hostelería cerrada y el comercio bajo mínimos se prevé una caída de 184 millones en la recaudación (un 8 por ciento menos que lo previsto en 2020). Pero además el sector inmobiliario también sufrirá los efectos de la pandemia. La Xunta prevé un descenso de las operaciones de compraventa “por la incertidumbre existente”, lo que recortará en casi 60 millones de euros (un 18 por ciento menos) sus ingresos por el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y el de Actos Jurídicos Documentados.
Sumadas las pérdidas de estos tributos vinculados al consumo, el varapalo a las arcas autonómicas podría haber sido incluso peor pero la Xunta consigue atenuar el descenso en la recaudación con un incremento de 123 millones en los ingresos por IRPF gracias a la reforma fiscal impulsada por el Gobierno, además de subidas en otros tributos más pequeños. Aún así, en conjunto, el balance será negativo. De una previsión de ingresos fiscales en 2020 de 6.280 millones de euros se calcula que este año pasará a 6.112 millones, lo que supone un descenso del 2,7 por ciento, según consta en el informe del Ministerio de Hacienda que analiza los proyectos de presupuestos de las comunidades autónomas.
La recaudación por el Impuesto de Sucesiones y Donaciones también baja. Según recogen las cuentas autonómicas correspondientes a este año, la Administración autonómica ingresará por este tributo 122,6 millones, un 5,8 por ciento menos que en 2020. Sin embargo, en este caso, el descenso no está relacionado con el COVID sino con las bonificaciones aplicadas por la Xunta. En enero de 2020 entró en vigor la ampliación de la exención fiscal para herencias inferiores a un millón de euros (antes eran 400.000 euros). Sin embargo, habrá muchas liquidaciones de este impuesto que no se resuelvan hasta 2021, de ahí que el efecto de la rebaja tributaria se dejará sentir sobre todo en la recaudación de este año.
Las bonificaciones fiscales del Gobierno gallego también supondrán una merma en los ingresos obtenidos por los tributos vinculados al juego, aunque estas rebajas no serán la única justificación, puesto que este sector también se ha visto castigado por la pandemia y eso se traducirá finalmente en menos recursos para la Xunta.
Así, las tasas fiscales que se aplican sobre el juego presencial tendrán una reducción del 9 por ciento (5,5 millones menos). Y además el Impuesto sobre actividades del sector del juego también caerá otro 3,8 por ciento ya que, aunque la pandemia tuvo menos incidencia en el juego electrónico, las apuestas deportivas tienen un gran peso y éstas disminuirán como consecuencia de la suspensión de encuentros deportivos.
Y entre los tributos cuya recaudación crece está el de Patrimonio, con 12,7 millones más, el impuesto sobre depósitos en entidades de crédito (3,1 millones más) o el que grava el daño ambiental de aguas embalsadas (un 6 por ciento más).
Galicia, a la cabeza en gasto social pero la sanidad pierde peso
En plena pandemia los presupuestos de Galicia para 2021 han crecido para situarse en cotas históricas: 11.563 millones de euros. La lucha contra el virus obligará a un mayor desembolso en sanidad, pero además la crisis económica hará necesario un incremento del apoyo a las familias en forma de gasto social. ¿Pero es Galicia la comunidad que más esfuerzo presupuestario hará este año en la lucha contra el COVID? Sin duda, en cuanto a inversión en políticas sociales la comunidad gallega es de las más implicadas. Según los datos del Ministerio de Hacienda –que no incluyen todavía a Cataluña, Madrid y Murcia –el gasto en esta materia creció en Galicia un 15,4 por ciento y es el cuarto mayor incremento de España, solo por detrás de la Comunidad Valenciana (18,5 por ciento), Castilla y León (15,8 por ciento) y La Rioja (15,7 por ciento). Sin embargo, en sanidad ocupa el séptimo lugar de las quince autonomías que ya tienen sus presupuestos aprobados para este año. En Galicia el gasto sanitario crecerá un 11,6 por ciento, pero hay comunidades como Castilla y León o Castilla La Mancha, donde aumenta el doble. Aún así, el incremento en la comunidad gallega de los recursos destinados al ámbito sanitario está por encima de la media nacional (10,5 por ciento). Sin embargo, a pesar de que la sanidad es donde se libra la lucha más directa contra el COVID, el peso del gasto sanitario en relación al conjunto de los presupuestos de Galicia pierde peso: pasa del 34,77 por ciento en 2020 al 34,24 por ciento en 2021.
