Durante este curso, más de 125.000 estudiantes de enseñanzas obligatorias se benefician de las ayudas para adquirir libros o del sistema de préstamo de manuales instaurado en Galicia. Mientras las subvenciones para la compra de manuales, que en las últimas convocatorias se limitan a destinarse a los textos que no pueden volver a reutilizarse en 1º y 2º de Primaria y de Educación Especial, han ido a más al “flexibilizar” la Xunta los criterios de renta para apoyar a las familias por la pandemia, el préstamo de manuales, que rige para el resto, se quedó este año en 97.849 beneficiarios.
La respuesta al descenso, que se traduce en casi cuatro mil estudiantes menos que los que el curso pasado pudieron acceder a manuales del fondo solidario, está vinculada, explican desde la Consellería de Educación, además de a “dinámicas de renta y demográficas”, al hecho de que cada curso se extiende a más colegios y escolares el programa E-Dixgal, donde se trabaja con libros digitales.
De hecho, esta es una de las apuestas más ambiciosas, en lo que a materia educativa respecta, de la Xunta en los próximos cursos. Según anunciaba hace unos días el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, su Ejecutivo trabaja con la previsión de extender la mochila digital a cien mil alumnos en solo dos años. En la actualidad, ya estudian con este modelo 34.000 escolares de hasta 2º de ESO.
A pesar de que los beneficiarios de los fondos solidarios de libros fueron a menos, como este año algunos centros tenían la posibilidad de cambiar los manuales en 3º y 5º curso de primaria, los colegios e institutos tuvieron que comprar 128.895 volúmenes más. Estos se suman a los remanentes del fondo para conformar un total de 564.000 manuales distribuidos a alumnos de entre 3º y 6º de primaria y los cuatro cursos de ESO. Según Educación, dos de cada tres alumnos recibieron al menos seis manuales.
Desde la Xunta destacan el incremento en las cifras de beneficiarios del cheque para material escolar, que consiste en vales de 50 euros para comprar o que haga falta en la mochila que no sean libros. Este curso se repartió a 100.142 niños, 7.176 más que en el pasado. También, aunque menos, subieron los que recibieron ayudas para adquirir textos (hasta los 27.351, unos 760 más).
El romper con dos años de datos a la baja en estos capítulos lo atribuyen en la Xunta a que se “flexibilizaron los criterios de renta para acceder a estas ayudas” y, en el caso de las de adquirir libros, las cuantías pasaron de 170 a 210 euros y de 90 a 140, según la renta. Los escolares de Educación Especial o con una discapacidad igual o superior al 65% reciben 275 euros, 25 más. Los presupuestos para todos estos programas también crecieron, desde los 12, 1 millones del ejercicio previo a 19,7 millones para “reforzar el apoyo a las familias ante la crisis por la pandemia”.
