El cambio en las reglas del juego para la vuelta a las aulas -que tras la Conferencia Sectorial exige 1,5 metros de separación en el caso de los alumnos mayores- ha provocado que los centros trabajen contra reloj para adaptarse. Pero para algunos la misión es imposible porque no disponen de espacios para desdoblar aulas en el caso de no poder mantener la separación o, si los tienen, no son los idóneos. Y cuando consideran la opción temporal -turnos de tarde- resulta que ya tienen esos horarios ocupados, y hasta los nocturnos, con clases de FP, por ejemplo, y eso sin hablar de posibles dificultades de conciliación familiar que pueda implicar habilitar más turnos. Para esos casos, cuando por el número de enseñanzas que imparten, su alta matrícula o razones arquitectónicas lo tengan difícil para adaptarse al protocolo de regreso a las aulas, y solo para Bachillerato y los ciclos formativos de grado superior, la Xunta oferta un plan B: permitir la semipresencialidad, previa autorización del servicio de Inspección.

Así lo anunció ayer el nuevo titular de Educación, Román Rodríguez, ante representantes de toda la comunidad educativa en el Consello Escolar de Galicia en un encuentro al que también asistió su homólogo de Sanidade, el vigués Julio García Comesaña, y que se prolongó cuatro horas. No obstante, las "mejoras" y "concreciones" que el responsable de Educación había avanzado no han sido suficientes para disuadir a los sindicatos -CIG, CC OO, CSIF y STEG- de la jornada de paro convocada para hoy y para el 16, cuando retoman la enseñanza los mayores.

El que no se anunciasen medidas encaminadas a cumplir la distancia de 1,5 metros en infantil, primaria y educación especial o la reducción de ratios en esos niveles o el que no se hablase de la no incorporación del personal de riesgo son argumentos esgrimidos por la CIG para resumir el encuentro de ayer en dos palabras: "decepción y continuismo". De hecho, para su secretario xeral, Suso Bermello, la Xunta demuestra ir por el lado contrario a lo que pide -cuando habla de "lealtad", trabajo conjunto y "consenso", señala- e "incumplir flagrantemente" lo que acordaron con las otras comunidades al abrir la puerta a la posibilidad de instalar mamparas protectoras en aulas o talleres y en ese caso, señalan, mantener solo un metro. Además, ha avanzado que la CIG se opone a la semipresencialidad, sea como sea, porque la Xunta no concreto más, por suponer más carga de trabajo para el profesorado.

Tampoco a Anpe Galicia, que no ha suscrito la convocatoria de paro, le convenció el encuentro. Su presidente, Julio Díaz, insiste en reclamar una educación "totalmente presencial", aplazar el inicio en secundaria para asegurar un regreso a las aulas con garantías y resolver cuestiones pendientes, como la formación, qué ocurre con el profesorado vulnerable o extender la distancia de 1,5 metros a infantil y a primaria, todo ello resumido en "más recursos, más inversión y más profesorado". A este último aspecto aludió Rodríguez para señalar que sigue en piel el "compromiso" de aumentar docentes en secundaria para los desdobles "necesarios".

A esos alumnos les toca el 16. Hoy vuelven a las aulas 103.000 escolares de Infantil, Primaria y Especial. Lo harán como se acordó en la Conferencia Sectorial de Educación: como grupos de convivencia estable de hasta 25 alumnos sin necesidad de distancias. 240 profesores asumirán los desdobles. Mientras, colectivos de padres han insistido en llamar a no enviar hoy a los hijos al colegio. Lo ha hecho la Confederación de Anpas Galegas y el colectivo de Familias en Folga, que anima a prolongar esta protesta de forma indefinida mientras no consideren las aulas seguras.