La Consellería de Educación mantiene la apuesta, "en principio", por volver a las aulas de forma presencial y hacerlo cuando está marcado, el día 10. No obstante, la titular del departamento, Carmen Pomar, reconocía ayer que la evolución de la pandemia condiciona las decisiones y que pueden producirse "posibles cambios o posibles matices" en ese regreso. "Van a ser las circunstancias sanitarias y las autoridades sanitarias las que vayan marcando esa hoja de ruta", alegó, para admitir que, pese a mantener la fecha del 10, "puede haber algún tipo de circunstancia, a lo mejor en alguna zona concreta, que lleve a las autoridades sanitarias a hacer algún tipo de restricción".

Pomar también recalcó la necesidad de "colaboración" y "coordinación" con el Gobierno. A ello apeló el vicepresidente en funciones de la Xunta, Alfonso Rueda, quien reclamó al Gobierno "coordinación" para hacer una aplicación "homogénea" de diferentes cuestiones ante la incidencia de la pandemia, como por ejemplo el inicio del curso escolar.

Desde la oposición gallega los reproches se dirigen a la Xunta. Así, el BNG, a través de su portavoz de Educación en la Cámara, Manuel Lourenzo, reprobaba ayer al Ejecutivo gallego la "preocupación" y el "abandono" que siente la comunidad escolar por un inicio del curso del que "no saben absolutamente nada" y le urgía a tomar las riendas en un momento que exige "la máxima responsabilidad". El reto es lograr, alega, "una vuelta presencial y segura" de los estudiantes, puesto que es la única garantía para asegurar la "igualdad y la equidad" en el trato. Por su parte, Gonzalo Caballero, secretario xeral del PSdeG, exhortaba ayer a la Consellería de Educación a convocar a todos los partidos con representación parlamentaria a una reunión para pactar medidas y consensuar posiciones para abordar el inicio del curso y sindicatos como CC OO proclamaban que es "necesaria" la vuelta a la enseñanza presencial, pero "en condiciones que garanticen la seguridad y la salud de la comunidad educativa".

Esas demandas están tras la petición promovida por un docentes del IES Rodeira de Cangas en change.org, que ha reunido 12.000 apoyos. Un grupo de profesores del centro entregó a la Xunta las firmas de apoyo para "una vuelta segura en Galicia" a las aulas. El promotor de esta iniciativa, Sérgio Nunes, sostiene que, ante una "situación excepcional", la Consellería de Educación debería "tomar decisiones excepcionales", comenzando por reducir la ratio de niños por aula.

Una de las cuestiones que se regula en el protocolo de Educación, abierto a cambios al ser la situación "dinámica", alega la Xunta, es el transporte escolar, que en Galicia en zonas rurales puede ser compartido por adultos. La Consellería de Infraestruturas explicitaba ayer que trabaja en un protocolo específico para los autobuses compartidos y que además de las medidas habituales (mascarilla, ventilación...) , incluirá separar los espacios para escolares de los reservados al resto de usuarios y normas para subir y bajar que "minimicen" la proximidad entre los pasajeros.