"En la medida de lo posible, usar la evaluación oral en lugar de la escrita" o, de utilizar la forma escrita, "evitar preguntas que requieran una respuesta muy elaborada" y además "no penalizar los posibles errores ortográficos o ser tolerantes con ellos". Estas son algunas de las orientaciones que recoge la Consellería de Educación en el "Protocolo para a intervención socioeducativa da dislexia e/ou outras dificultades específicas de aprendizaxe", presentado ayer, y que tiene entre sus metas el incluir cambios en los métodos de enseñanza de los centros educativos gallegos para "ajustar la propuesta" a los alumnos que presenten ese tipo de dificultades, intentando sacar el mayor partido de sus "potencialidades, intereses y ritmos de aprendizaje", como explicó ayer la titular del departamento, Carmen Pomar.

El documento ofrece a familias, docentes y servicios de orientación indicadores para el proceso de detección, pautas para la intervención psicoeducativa y para el proceso de seguimiento y también para la evaluación, un capítulo en el que también se insta a considerar el dar a los alumnos "todo el tiempo que necesiten para rematar las tareas" e incluso dosificarlas en el tiempo, evitar que tengan que copiar las preguntas de un examen o "valorar, de forma relevante, el trabajo del día a día, el esfuerzo, la actitud". En el protocolo, con todo, se determina que se mantiene el mismo nivel de exigencia con el resto del alumnado; lo que "deben ser distintos", señala, "son los procedimientos" o "los tiempos".

Otro aspecto en el que incide el documento es en la detección de la dislexia u otras dificultades de aprendizaje vinculadas a la ortografía y al cálculo. Para Pomar, uno de los "puntos fuertes del protocolo" es "hacer hincapié en la prevención", dado que "la dislexia no es fácil de detectar, sino que implica un proceso de detección, de seguimiento" del estudiante.

Aunque en la Consellería de Educación no disponen de datos concretos de a cuántos alumnos beneficiará la adopción de estas medidas, pueden servir de orientación las cifras, más de 16.000 alumnos, que maneja el Ministerio de Educación cuando explicita el número de escolares gallegos que tienen necesidades específicas de apoyo educativo por trastornos del aprendizaje. En este epígrafe, el Ejecutivo central incluye dificultades relativas a la lectura, la expresión escrita, el cálculo.... como la dislexia, la disortografía y la discalculia, referidas en el protocolo presentado ayer por la Consellería de Educación. Galicia sería la tercera comunidad con más alumnos con dificultades de este tipo, tras Andalucía y Cataluña. La mayoría de estos estudiantes se concentran, conforme en Galicia, según el Ministerio, en Primaria (8.700) y ESO (6.800).