El cierre del paritorio y de las urgencias pediátricas del hospital comarcal de Verín no tiene marcha atrás, a pesar de las protestas ciudadanas con encierros en el centro y las críticas de la oposición, pero también del propio PP. El motivo es que la Xunta no consigue profesionales médicos suficientes para prestar ambos servicios con calidad. "Lamentablemente, no tengo solución para este problema. Si tuviese o encontrase solución algún día, dejaría de ser este problema", justificó la medida el presidente autonómico, Alberto Núñez Feijóo.

A menos de un año de las elecciones autonómicas, Feijóo vinculó con la seguridad para los pacientes la decisión respecto al centro de Verín. En la rueda de prensa posterior al Consello semanal de la Xunta, expuso que el pasado junio el Sergas sacó a concurso dos plazas para el servicio de pediatría del hospital de Verín y ambas quedaron desiertas, como sucedió con una para dermatología. Solo cubrieron la plaza de endocrinología con el único aspirante y todavía no han resuelto una plaza para traumatología. "No hay pediatras en el país. Llevamos tiempo pidiendo esto", resumió sobre uno de los motivos alegados, tras aclarar que las guardias del servicio "se estaban solucionando con un pediatra de Atención Primaria de Verín" y otros "desplazados" desde Ourense.

El otro es la escasa natalidad de la zona. Relató que los partos en Verín rondan los 60 al año, por debajo de los mínimos recomendados por las asociaciones profesionales médicas. "Tenemos un problema de seguridad y de atención pediátrica cuando el niño sale del claustro materno. Coinciden todos", añadió aludiendo a los 44 profesionales que avalan el cierre.

A pesar de esos argumentos, el pleno de la Diputación de Ourense y el presidente de la misma, que lidera el PP provincial, José Manuel Baltar, han pedido a Feijóo que rectifique. "Por encima de criterios políticos y por encima de consideraciones partidaria, hay una cuestión que es sagrada: la vida de la madre y del bebé. Yo no voy a poner por encima de eso ningún interés", aseguró Feijóo que añadió que "si todos tuvieran una información adecuada, seguro que variarían su postura. "Seguro que es lo que pasa con los alcaldes de la provincia, que no tienen por qué ser especialistas en gestión sanitaria", dijo sin citar a Baltar y a menos de un año de las elecciones autonómicas.

En el cuarto día de encierro de ciudadanos en contra del cierre, la oposición usó esta cuestión como ariete en la unidad de filas de los populares, mientras que el sindicato nacionalista CIG presentó el miércoles un recurso judicial contra la "interpretación parcial" de la gerencia del área sanitaria de "unas recomendaciones (no normativas) que aconsejan la no apertura de nuevas maternidades en zonas con posibilidades inferiores a 600 nacimientos año".

El PSOE ourensano pidió ayer a la Diputación que "ponga los fondos para mantener abierto el paritorio de Verín" y que "repruebe a los dos responsables políticos de la decisión": Feijóo y el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña. Su portavoz provincial, Rafael Rodríguez Villarino, tachó también de "mentiroso" a Baltar por asegurar ahora estar en defensa del servicio, tras aprobar PP, DO y Ciudadanos una moción contra ese cierre, pues, recordó, votaron contra una iniciativa socialista similar.

Por su parte, BNG y En Marea, cuyos líderes visitaron ayer el centro de Verín, ofrecieron a Baltar que los diputados ourensanos del PP rompan la disciplina de voto y se unan en la defensa del servicio. La portavoz nacional del Bloque, Ana Pontón, pidió a Baltar que sus diputados apoyen una propuesta en el próximo pleno parlamentario autonómico para instar a la Xunta a "rectificar" su decisión. "[Feijóo] está recortando derechos escondiéndose detrás de los profesionales", le afeó.

El portavoz de En Marea, Luís Villares, propuso la misma idea para constituir una mayoría "puntual" en el Parlamento. "Se trata de una decisión política de discriminación con nuestro medio rural, nuestras mujeres y esta provincia", resumió.

Para Antón Gómez-Reino ( En Común) la decisión es "significativa" de la acción de gobierno del PP que "cuando hablan de despoblación se refieren a políticas natalistas; y qué mejor política natalista hay que mantener los servicios sanitarios y la salud pública, particularmente, la atención al parto".