El Diario Oficial de Galicia publica este miércoles la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) de las nueve esculturas atribuidas al Mestre Mateo, dos de ellas en posesión de la familia Franco, y a su taller procedentes de la desaparecida portada exterior occidental de la catedral de Santiago de Compostela.

Entre ellas, destacan las dos piezas, las figuras que representan a Abraham e Isaac, que están en posesión de la familia Franco y por cuya posesión fue denunciada por el Ayuntamiento de Santiago cuando el alcalde de la ciudad era Martiño Noriega (Compostela Aberta).

La familia Franco ganó en primera instancia al Ayuntamiento de Santiago el litigio por las dos esculturas del escultor Mestre Mateo, artífice del Pórtico de la Gloria de la catedral compostelana, al entender la jueza de Madrid que llevó el caso que los Franco habían adquirido la propiedad plena.

Por ello, desde la Xunta remarcan que la declaración de bien de interés cultural es un reconocimiento de valor cultural que no afecta a la titularidad del bien pero que supone para sus propietarios el deber de habilitar un mínimo de cuatro días de visita al mes.

Como su origen es diverso, la declaración se realiza de manera individual y no como colección, de manera que, de aquí en adelante, cada una de ellas disfruta de la consideración de elemento singular del patrimonio cultural gallego por su significado, su origen, sus particularidades y la genialidad acreditada de su autor.

Bugallo valora de forma "muy positiva y útil" la declaración

El alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, ha valorado de forma "muy positiva y útil" la declaración de las estatuas del Pórtico de la Gloria, en manos de la familia Franco, como Bienes de Interés Cultural.

En este sentido, Bugallo ha explicado que recientemente se ha añadido al recurso judicial documentos que pertenecen a "correspondencia privada" en la que se hace referencia al Ayuntamiento compostelano como "propietarios" de las figuras.

A su juicio, "el problema" de la administración local siempre ha sido la "ausencia documental", ya que "no existen o se han perdido" archivos que corroboren la propiedad de esas estatuas. No obstante, con esta declaración "se garantiza que esos bienes no puedan ser exportados y que sean accesibles al conjunto de los ciudadanos".

De todas formas, esta proclamación "no asegura cual será la sentencia judicial" sobre la propiedad "de las estatuas", aunque el edil reitera su "convicción" sobre la legitimidad del Ayuntamiento como legítimos titulares de las efigies.