La conselleira do Mar, Rosa Quintana, se mostró ayer optimista respecto a que el vertido de purín detectado en el Eo no acabe afectando a las zonas de marisqueo del lado gallego. Con todo, indicó que desde que se supo del derrame, la Xunta intensificó la vigilancia y los análisis en las zonas de marisqueo. Además, un equipo de la empresa pública Tragsa instaló barreras pantalla en la confluencia entre el río Eo y el arroyo Ouría, donde se produjo el vertido de entre 300.000 y 350.000 litros de purines procedentes de una ganadería asturiana.