"Un ejemplo más de la discriminación a la que somete a Galicia este Gobierno". Así valora la Xunta la intención de Pedro Sánchez de ofrecer al Ejecutivo vasco que asuma más obras del tren de alta velocidad para evitar los retrasos impuestos por estar en funciones el Gobierno central.
Pedro Sánchez planteará a Andoni Ortuzar, el portavoz del PNV en el Congreso, la cesión de más obras de la alta velocidad, después de que los nacionalistas hubieran mostrado su preocupación por las demoras en la construcción al estar el Ministerio de Fomento en funciones. La oferta será en el marco de las negociaciones para lograr el apoyo del PNV a la investidura del líder socialista, avanzaba ayer El Correo Vasco.
"Se trata de un nuevo intento desesperado del Gobierno de Sánchez por mantenerse en el poder. Un ejemplo más de la discriminación a la que somete a Galicia este Gobierno, que se mueve única y exclusivamente por la busca de apoyos para gobernar y no por el bienestar de los ciudadanos", denunciaba ayer la Consellería de Infraestructuras.
El departamento que dirige Ethel Vázquez lamenta que "Galicia no tiene oportunidad de negociar con el Gobierno" , pero tampoco tiene "ni siquiera interlocución con el Ministerio de Fomento sobre el AVE gallego: ni se le proporciona la información sobre el avance de las obras y las previsiones de puesta en servicio del AVE que de forma reiterada ha demandado".
El plazo comprometido por el para el fin de las obras del Ave a Galicia se acerca, explican desde la Consellería de Infraestructuras, y "la Xunta no sabe con certeza si se va a cumplir, ni cuanto se prevé que va a durar el período de pruebas".
"Las únicas visitas oficiales a las obras del Ave las presidió el delegado del Gobierno en Galicia y no invitó a la Xunta, en un acto inédito", cuestionan desde el Ejecutivo autonómico.
La Consellería de Infraestructuras defiende que "las obras ferroviarias son una responsabilidad del Gobierno y debe acometerlas en tiempo y forma, manteniendo con Galicia el respeto insticional obligado".
La Xunta pide al Ejecutivo central que "gobierne, proporcione al país la estabilidad que permita su progreso y bienestar en todo el territorio por igual y no sometar a un mercadeo las competencias y responsabilidades por sus propios intereses electorales".
El PNV había criticado en el fallido debate de investidura de julio el retraso en las obras del TAV y el propio lehendakari, Iñigo Urkullu, exigió la reactivación de los trabajos.
A comienzos de este mes, tras las quejas del Ejecutivo vasco, Adif adjudicó las obras de construcción de dos tramos del conocido como "nudo de Bergara", donde se unen las tres ramales de la "Y" vasca del Tren de Alta Velocidad (TAV), así como nuevas salidas de emergencia en siete túneles del tramo Vitoria-Bilbao, por un importe total de 197,1 millones de euros.
Ahora para sortear posibles nuevos retrasos o bloqueos por estar en funciones, el Gobierno de Pedro Sánchez ofrece ceder la realización de las obras, como ya sucedió en ocasiones anteriores, al propio Ejecutivo vasco. Es un guiño para lograr su apoyo en el segundo intento de investidura.
