El sector turístico confía en otro buen verano en Galicia, aunque cada vez es más difícil contar con previsiones cerradas porque los visitantes apuran hasta el último momento antes de realizar las reservas. Le ayudan a esto las nuevas tecnologías y además así juegan con la ventaja de poder planificar sus vacaciones con una predicción meteorológica más precisa. Pero en todo caso, los hoteleros de las Rías Baixas cuentan con que en el mes de julio aumente la ocupación dos o tres puntos con respecto al mismo mes del año anterior, para llegar al 60% de media, y también que los precios suban un 3%, dando así mayor rentabilidad al negocio.
"Estamos en la buena sintonía y todo parece indicar que se van a cumplir las previsiones y los objetivos", asegura el presidente de la Federación de Hostelería de Pontevedra, César Sánchez-Ballesteros, quien, no obstante, apela a la prudencia porque los movimientos de viajeros son sensibles a las condiciones meteorológicas.
La ocupación en la provincia se espera que ronde el 60% durante el próximo mes, para luego ya en agosto, irse al 85% y colgar el cartel de completo, como ya viene siendo habitual, en localidades como Sanxenxo o Baiona. Pero lo más importante para el sector, más que los números de ocupación, es la tendencia y el hecho de que se mantenga el crecimiento a pesar de que los precios han comenzado a subir desde hace un par de años.
"El éxito del pasado año parece que está garantizado este verano. Hay una previsión de crecimiento de facturación, de reservas y de precio de alojamiento. No es que sea una subida muy relevante, pero es un crecimiento y esto es lo importante", explica el presidente del Consorcio de Empresarios Turísticos de Sanxenxo, Francisco González.
Durante años, el sector gallego ha tenido que ajustar sus tarifas para ser competitivos con otros destinos debido a la deficiente comunicación de Galicia, pero ahora, como cuenta Sánchez-Ballesteros, pueden aplicar subidas de entre el 2% y el 3% anual sin perder este punto de competitividad. Y es que Galicia, recuerda además, no tiene ni las mejores conexiones ni las más baratas. Aún no funciona el AVE y las rutas de avión son poco frecuentes, por lo que el principal medio de transporte para desplazarse a la comunidad gallega sigue siendo el coche.
"Durante años cedimos una parte de la rentabilidad para mantenernos como destino y ahora estamos recuperando esa mayor rentabilidad", tercia Francisco González.
La idea del sector, al menos el de la provincia de Pontevedra, es ir incrementado las tarifas anualmente sobre un 3% para llegar así a la celebración del Xacobeo en 2021.
Los datos del primer cuatrimestre del año, entre enero y abril, contribuyen a pronosticar un año bueno para el turismo en Galicia. En número de viajeros casi se llegó al récord histórico de 2017, con 1.010.365 visitantes en la comunidad, solo mil por debajo de los niveles de hace dos años. Pero sí se alcanzó la cifra más alta en pernoctaciones. Fueron 1,930 millones en establecimientos reglados, dado que se ha incremento la duración de las estancias. De ahí que se superaran los números de 2017, año en el que llegaron cinco millones de viajeros a Galicia. En la evolución de 2019 también ha sido cifra histórica los 397.746 extranjeros que visitaron la comunidad.
