Cinco estudiantes de entre 17 y 19 años entregaron ayer en el Ministerio de Educación 180.000 firmas para acabar con la que consideran "injusta" Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) por ser distinta según cada comunidad.

La Xunta quiere iniciar ya las conversaciones sobre la prueba única de selectividad para garantizar la igualdad de oportunidades y el mismo nivel de dificultad entre los diferentes territorios. Para ello, la conselleira del ramo, Carmen Pomar, apostó por "buscar puntos de encuentro" con el resto de comunidades autónomas e incluirlo en el marco del Pacto estatal por la Educación.

Una de las preocupaciones respecto a la posibilidad de un examen único radica en las consecuencias que tendría en el modelo educativo y, en concreto, en las particularidades de los diferentes territorios, especialmente Galicia, Euskadi o Cataluña.

La titular de Educación considera que, aunque sería "aventurar algo que todavía no está definido", existe la posibilidad de que existan contenidos generales para todas las comunidades autónomas y una parte adaptada a la realidad y a las competencias curriculares.