La factura en fármacos absorbe uno de cada seis euros del presupuesto de la Xunta. Además, el elevado envejecimiento poblacional sitúa a Galicia entre las comunidades con mayor desembolso en medicinas. Pero mientras el coste de la farmacia hospitalaria sigue disparado, el Gobierno gallego ha conseguido atenuar al menos el crecimiento del gasto de las medicinas dispensadas en farmacia. Tras meter la tijera y recortar 317 millones entre 2010 y 2017, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) pronostica que la factura en recetas volverá a crecer en Galicia, pero limita ese aumento a un 2,6 por ciento en cinco años: 17 millones más hasta situarse en 664 millones en 2022. Esta institución de control fiscal apunta a las "mejores prácticas de prescripción" de Galicia que permiten que, a pesar de ser la quinta comunidad donde se dispensan más medicamentos, ocupe el cuarto lugar por la cola con menos gasto por receta.
De esta manera, aunque la demanda de fármacos sigue creciendo por el elevado envejecimiento poblacional de Galicia, la Xunta ha conseguido paliar el incremento del gasto con medicamentos más económicos.
Así se extrae del estudio de la Airef sobre el gasto en medicinas dispensadas en farmacia con datos de 2017. En un año se prescribieron en Galicia 62,3 millones de recetas, el quinto valor más alto del Estado. Son 21 por habitante, una ratio que la sitúa a la cabeza de España solo por detrás de Extremadura y la Comunidad Valenciana.
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Desde 2004 el número de recetas dispensadas per cápita se ha elevado en Galicia casi un 24 por ciento, el cuarto mayor incremento a nivel nacional.
Sin embargo, en el gasto por receta la comunidad gallega cae al final de la tabla. Por cada fármaco dispensado el coste es de 11,2 euros. Solo Canarias (10,9), Cataluña (10,4) y Andalucía (10,3) tienen precios más bajos. "El hecho de que solo estas cuatro comunidades estén por debajo de la media nacional indica que llevan a cabo mejores prácticas de prescripción que el resto de autonomías", señala la Airef.
En su informe, este organismo auditor señala como ejemplos de políticas de ahorro farmacéutico la guía farmacoterapéutica de Galicia que indica a los médicos cual es el medicamento más adecuado para cada caso en términos de "eficacia, seguridad, adecuación y coste". Y también apunta a medidas adoptadas para reducir el impacto económico que tienen algunos grupos de medicamentos como los protectores estomacales, tipo omeprazol, mediante "el uso de alternativas más eficientes". Según la Airef, si esta medida que se lleva a cabo en Galicia se aplicara en el resto del Estado se ahorrarían 285 millones de euros en cuatro años.
Según la previsión de este organismo, el gasto farmacéutico aumentará en todas las comunidades, salvo en Asturias. En la predicción que hace de la factura en medicamentos, Galicia sería la cuarta comunidad con menor incremento.
El informe de la Airef también analiza la situación de desabastecimiento que atraviesan las farmacias. En Galicia las boticas notificaron más de 14.300 casos de falta de stock en 2017. Fue la octava comunidad con más problemas. La mayoría de los avisos por falta de fármacos, el 45 por ciento, se solucionaron antes de cinco días. Solo el 11 por ciento de las alertas lanzadas se debió al desabastecimiento prolongado de algún fármaco (más de 20 días).
