Las empresas que gestionan el sector del juego tradicional creen injustificada la alerta alegada por la Xunta para imponer el veto a nuevos salones y casas de apuestas. "La alarma social no está justificada, pero en este caso apoyamos la decisión de la Xunta por sentido común y responsabilidad ante el actual proceso de negociación de la Ley del Juego", explica Serafín Portas, presidente de la Asociación Gallega de Empresas Operadoras (AGEO), colectivo que suma años de denuncias de las ventajas fiscales o publicitarias del negocio online o las apuestas frente a las tradicionales máquinas B, conocidas como tragaperras.

Portas coincide con el vicepresidente de la Xunta Alfonso Rueda, en señalar que Galicia cuenta con un ratio de un salón de juego por cada 17.000 habitantes, pero matiza que la media estatal es de 12.000 "por lo que habría margen para seguir con nuevos proyectos de apertura". Por su parte, Rueda señaló que la proporción sitúa a Galicia "muy por debajo de otras comunidades".

"La actual alarma social ante el juego no se corresponde con la realidad porque en Galicia llevamos muchos años como referencia de un sector controlado y responsable y la falta de reglas ante el sector online parece que nos arrastra a todos y nos mete en el mismo saco", se queja. Por ello, pide "igualdad de condiciones para competir".

"No se juega más en la actualidad, quizás esta actividad es más visible por el online, pero el caso del juego presencial desde luego no", añade. El parque de tragaperras en los años 90 era de 90.000 unidades en Galicia y ahora están operativas menos de 10.000 de las 13.200 planificadas.