Solo el 7% de los delitos de incendios forestales investigados son llevados a juicio. ¿Por qué? Porque la falta de pruebas y de testigos impide juzgar a la mayoría de incendiarios sospechosos. Cada año se abren de 200 a 300 procesos por fuegos en los montes pero apenas una treintena son juzgados.

Para romper esta dinámica y que más incendiarios paguen por sus delitos, la Consellería de Medio Ambiente se ha propuesto reforzar sus Brigadas de Incendios Forestales. Ahora están integradas por 38 agentes y y cuatro agentes que desempeñan labores de coordinación a nivel prevención, pero entre este verano y el próximo han de incorporarse otros 23 agentes y otros cuatro coordinadores provinciales. Será un salto cualitativo, al pasar de 42 efectivos a 69, con un crecimiento del 64%.

Informe del Parlamento

La apuesta por la investigación es vital y así lo dictaminó el Parlamento de Galicia en el informe que aprobó tras la ola de incendios de 2017, con el voto de PPdeG y PSdeG. La arma del delito es una prueba fundamental para dar con el autor. Las huellas en un cuchillo o en una pistola que aparecen en el escenario de un robo o un asesinato permiten sentar en el banquillo al acusado y dictar sentencia. Haya o no testigos. Pero en el caso de un incendio forestal, las llamas borran cualquier indicio que pueda probar la implicación del sospechoso.

Además los incendiarios prenden fuego en lugares abandonados y muchísimos de madrugada por lo que encontrar testigos que hayan visto al culpable resulta muy difícil.

La Consellería do Medio Rural explica que su "proyecto de potenciación de las Brigadas de Investigación de Incendios Forestales (BIIF) nos distritos forestais" pasa porque los 19 distritos en que está dividida la comunidad tenga una BIIF con dos agentes, que durante el verano formarán parte de las guardias de incendios. Es decir, saldrán a apagar fuegos si es necesario.

En 10 distritos, los que registran mayor actividad incendiaria, las brigadas forestales dispondrán de otros 2 o 3 agentes pero éstos sólo se dedicarán a actividades de investigación, y por tanto no realizarán guardias.

A mayores, los cuatros coordinadores provinciales de las tareas de investigación pasarán a ser ocho en 2020.

Las Brigadas de Investigación Forestal de la Xunta no trabajan solas y tampoco son las únicas que buscan a los autores de los incendios. Trabajan en coordinación con las fuerzas de seguridad del Estado, y su misión es "buscar y analizar evidencias físicas, de las actividades humanas y en la recogida y análisis de información de los testigos".

Si no hay incendios y no tienen fuegos que investigar y analizar, deben, según explican desde Medio Rural, "inspecciones de oficio".