Como mínimo media docena de pinchazos menos al día y una mejora sustancial de la calidad de vida para los en torno a 800 niños y niñas con diabetes tipo 1 de toda Galicia que precisan múltiples dosis de insulina y seis o más mediciones diarias de glucemia capilar. Estos serán, junto a las mujeres embarazadas diagnosticadas con la misma dolencia y que cumplan los mismos requisitos, quienes reciban los medidores intermitentes de glucosa que comenzará a distribuir la Consellería de Sanidade a partir de mañana mismo de forma "gradual".

La Xunta iniciará ya la prescripción y distribución de los nuevos sistemas de medición de glucosa que, si bien no evitan las mediciones de pinchazo en los dedos, sí las reducen de forma "considerable", como destacan desde la Administración. De hecho, esa medición quedaría reducida a tres supuestos, explican: durante los momentos de cambios rápidos de los niveles de glucosa, cuando el sistema avisa de un riesgo de hipo o de hiperglucemia inminente o si los síntomas de la persona no se corresponden con las lecturas del sistema.

Los monitores de glucosa son una demanda de pacientes con diabetes y profesionales sanitarios, que insistieron en la necesidad de que la Administración financiase medidores que contribuyesen a evitar los pinchazos. Galicia da ahora el paso final con la distribución de los sensores, que se realizará, eso sí, de forma "gradual" en cada centro hospitalario. La incorporación será progresiva dado que el Sergas considera que es preciso un tiempo por cada paciente para enseñarle cómo funciona el sistema y para la educación diabetológica, destinada a orientarle en el control de su patología.

La Consellería calcula que del monitor se beneficiarán, al poder determinar sus niveles de azúcar sin tener que realizar una punción en los dedos como hasta ahora, aproximadamente 800 niños y adolescentes con edades comprendidas entre los 4 y los 17 años (ambos incluidos). A ellos se sumarán las mujeres que estén diagnosticadas de diabetes de tipo 1 y se encuentren embarazadas. Los pacientes que recibirán el sensor deberán, además, reunir otros dos requisitos: necesitar múltiples dosis de insulina y seis o más mediciones de glucemia capilar.

Aparte de las ventajas evidentes para en términos de reducir las molestias y el dolor ocasionado por los pinchazos para quienes tengan que sufrirlos a diario, el sistema de monitorización que prescribirá y distribuirá la Consellería de Sanidade permitirá incorporar a la historia clínica electrónica, a través de una plataforma, la información necesaria para los profesionales sanitarios que tratan a los pacientes con sensores.