La exministra recordó en la comisión del Congreso que le había tocado gestionar algunas de las crisis más duras por las que puede pasar una persona, como los atentados del 11-M en Madrid, la de las vacas locas y la del accidente de Angrois. "Se puede decir que ya tengo callo, pero no he perdido la sensibilidad", comentó durante su intervención.

Precisó que el día del descarrilamiento del Alvia se desplazó con su equipo a Santiago con una preocupación fundamental, atender a las víctimas. "Fue una noche dura, había personas que no se sabía si estaban o no estaban, y algunos teníamos a algún amigo allí", contó durante su intervención.

En el cara a cara que tuvo con Alexandra Fernández, un poco tenso por momentos, pero sin salirse de tono, dio algunos detalles más de cómo fue su primer día tras el accidente. "No le deseo a usted que tuviera que gestionar un siniestro como este, ni siquiera pude ir a la cama", dijo durante su comparecencia.

Al terminar su intervención, Ana Pastor quiso mostrar, con la emoción reflejada en su rostro, "apoyo y reconocimiento a las víctimas" y pidió que en memoria de todos ellos se trabaje en el seno de la comisión con rectitud, "que se vaya hasta el fondo" y que "se sepa toda la verdad de lo que ocurrió".