El fiscal del caso por el accidente del tren Alvia ocurrido en Angrois (Santiago) en julio de 2013 respalda el cierre de la instrucción con el maquinista y el exjefe de seguridad de Adif como investigados. En un escrito registrado el 8 de enero, el representante del Ministerio Fiscal, Mario Piñeiro, impugna los recursos presentados por las partes al auto de cierre, con lo que solicita su desestimación.

De ser así, de desestimarse los recursos que presentaron tanto el abogado del maquinista como la plataforma de víctimas, Adif y el propio exjefe de seguridad de la empresa pública, entre otras partes procesales, los tiempos se acortarían y el juicio por este siniestro estaría más cerca de celebrarse.

Piñeiro subraya la actitud "negligente" del maquinista Francisco Garzón al "infringir" el principio "básico" de atención de la conducción y apunta a los "indicios de criminalidad" existentes en el que fuera director de seguridad de Adif, Andrés Cortabitarte, a quien atribuye una "comisión por omisión" por "no controlar el riesgo que suponía la transición significativa de velocidad que culminaba en la curva" de A Grandeira.

Para rechazar los recursos, que si bien admite que son "unos suspensivos y otros no", trata como "un todo unitario de diversas pretensiones", el fiscal se basa en que "no hay relación de accesoriedad" entre la conducta "omisiva" de Cortabitarte, "obligado a controlar el riesgo" y "el riesgo generado por el maquinista". La primera "no interfiere en absoluto" en el segundo, sostiene.

Así, defiende que Garzón "tuvo el dominio del hecho". "Tenía que haber hecho todo lo que no hizo ese día y realizó en las otras ocasiones en que circuló por esa misma vía: ir mínimamente atento y reducir la velocidad del tren donde lo había hecho siempre", dice. Insiste en que "su capacidad de decisión y comportamiento era totalmente autónoma e independiente a las medidas de seguridad" y advierte: "Su distracción al teléfono creó un peligro".

En cuanto a Cortabitarte, resalta que "tenía que garantizar que la línea era segura" y "no lo era", sino que era "altamente vulnerable" en el tramo en el que descarriló el Alvia. "Altamente vulnerable y peligrosa ante el fallo humano", recalca en otro punto, para llamar la atención sobre el "deber positivo de actuación" que tenía quien sigue siendo un cargo de libre designación en Adif. El riesgo, avisa a continuación, "no era tolerable".

Para la imputación del cargo de Adif, cree el representante de Fiscalía que "no cambia en absoluto" si era necesaria o no una valoración de riesgos "integral", con esa denominación; y también valora que no es "esencial para resolver la cuestión penal" el consenso técnico.

Por otra parte, rechaza, como indicó la defensa del conductor del tren en varios de sus escritos, que exista un supuesto delito contra los derechos de los trabajadores. Respalda, en este contexto, que el juez desestimase la práctica de nuevas diligencias y, por último, se refiere a uno de los puntos polémicos en la causa: la desconexión del sistema de seguridad ERTMS embarcado.

"No se ha acreditado", argumenta, que "interfiriese en el nexo causal del accidente". Con esta breve explicación resuelve un aspecto crucial, ya que es por esta desconexión por la que las víctimas ven responsabilidades en el exjefe de seguridad de Renfe, para el que también reclaman la calidad de investigado y que se le abra juicio oral.

Por su parte, el abogado del Estado, en representación de Adif, ha impugnado los recursos presentados por el resto de las partes. En otro escrito con fecha de principios de año al que ha tenido acceso Europa Press, justifica que ni el exdirector de seguridad de Renfe ni el responsable de seguridad de Adif en la zona noroeste estén imputados finalmente.

En cuanto al maquinista, estima que "no hay ni la más mínima duda de la responsabilidad que le incumbe en la producción del accidente" y le atribuye, de hecho, una "negligencia grosera y patente". Los "intentos" de "descartar su responsabilidad", mantiene, "no pueden ser admitidos".