La reforma educativa que plantea el Gobierno de Pedro Sánchez, con la que pretende derogar la Lomce, elimina los itinerarios en 4º de ESO para dirigirse a Bachillerato o a FP y permite pasar de curso en Bachillerato con una suspensa. Deja en manos de las comunidades con varias lenguas el reparto del aprendizaje de ambas, implanta Valores Cívicos y Éticos en Primaria y ESO y en cuanto a Religión (que no contará para nota) elimina la asignatura espejo.
La ministra de Educación, Isabel Celaá, presentó ayer a las comunidades en Conferencia Sectorial su proyecto de reforma de la Ley Orgánica Educativa (LOE), con la que derogará la Lomce y que prevé llevar al Congreso en el mes de febrero. Cuenta con el aval del Consejo Escolar del Estado y ayer se mostró satisfecha tras la reunión. Pidió "máximo consenso" para sacar adelante la reforma pero las comunidades del PP se mostraron muy críticas y pidieron su retirada. Según Celaá su reforma "apuesta por la educación personalizada, supone un paso de gigante en la escuela inclusiva" y refuerza, entre otras, la educación infantil. El secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana, negó, tras las críticas de algunas comunidades del PP, que esta reforma suponga una vuelta a la Ley Orgánica de Educación (LOE) socialista de 2006 (anterior a la Lomce, aprobada por el PP en 2013). "Hay quien interpreta que volver a la LOE es un retroceso, pero volver a la LOE desde la Lomce es un adelanto", indicó Tiana. "Nos retrotrae a 2006 con unas necesidades del siglo XXI", que son "totalmente diferentes", aludiendo a métodos innovadores y digitalización, apuntaron consejeros populares.
La conselleira gallega, Carmen Pomar, rechazó "la vuelta al pasado que representa esta reforma" y reivindicó "el pacto educativo como única alternativa". "Galicia será colaboradora leal para todo lo que implique mejorar", apuntó Pomar.