Por una mayor seguridad, el refuerzo de la plantilla y un incremento salarial, casi 8.000 funcionarios de prisiones de todo el país, entre ellos más de 400 procedentes de Galicia, retomaron ayer en Madrid sus protestas bajo la amenaza una huelga indefinida si la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias no atiende sus reclamaciones.