La comunidad educativa pide "ir más lejos" en la reforma de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce). Tras los cambios anunciados por el Gobierno para modificar la actual ley, como devolver a las autonomías la distribución de las lenguas oficiales, hacer obligatoria Valores Cívicos y Éticos o eliminar las reválidas, sindicatos de profesores y estudiantes exigen una reforma "más profunda", que no se quede en corregir la actual Lomce y que sea "definitiva". Conscientes del cansancio de los docentes por los continuos cambios legislativos, representantes del profesorado piden una normativa que venga para quedarse. Algunos consideran que se trata de un regreso a la LOE. Otros apuntan que solo corrige unos puntos de la actual Lomce y opinan que la reforma debe ser "integral" para dar estabilidad al sistema educativo.

El Gobierno pretende llevar la propuesta de reforma a Consejo de Ministros a final de año. La vicepresidenta, Carmen Calvo, afirmó ayer que la reforma educativa es "un asunto mayor" para el Gobierno y que lo quiere acometer "con cierta rapidez" y con el "máximo" acuerdo para lograr un sistema "que nos dure mucho tiempo". "Hace falta acuerdo (con el resto de las fuerzas políticas en sede parlamentaria) y estamos en unas buenas condiciones de alcanzarlo", manifestó la vicepresidenta.

La aprobación de la Lomce supuso la séptima reforma educativa en España. En estos momentos el Gobierno prepara la octava, tras aquella primera Ley General de Educación, en 1970. La comunidad educativa considera que los sucesivos cambios son "contraproducentes". En Finlandia, por ejemplo, país considerado por el propio Gobierno en esta reforma como un referente, en 1994 el Consejo Nacional de Educación elaboró un plan de estudios con objetivos generales y también para los municipios, con planes de estudios por centros. El proceso de mejora y prestigio de los docentes duró décadas.

La Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes defiende la modificación de la Lomce pero solicita al Gobierno "valentía" para "no solo resolver los problemas urgentes del sistema educativo, sino para sentar las bases de un sistema más estable". La organización reclamó "altura de miras" a los distintos partidos políticos para lograr un consenso en "aspectos fundamentales" de la ley y no volver a "utilizar los más polémicos para usar la educación como arma partidista". De hecho, la comunidad educativa recordó ayer el fallido pacto educativo del pasado mes de marzo que pretendía precisamente acabar con los continuos cambios en las leyes.

El sindicato Anpe expresó que la reforma no es suficientemente "profunda" y pidió la "implicación y participación" del profesorado. Comisiones Obreras exige un plan de acción que "genere expectativas de futuro para hacer efectiva la propuesta de reforma de la ley educativa".

El presidente del PP, Pablo Casado, mostró su rechazo al "desmantelamiento" de la reforma educativa del PP para regresar al "modelo fracasado y mediocre" de la Logse. Desde Ciudadanos expresaron que "crea más divisiones que soluciones" y reprochan al PSOE que plantee esto ahora tras haber "dinamitado" el pacto educativo.