Las elecciones municipales de mayo volvieron a colarse en la sesión de control parlamentario, en la que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, recurrió de nuevo a la estrategia de echar en cara a En Marea la situación de Venezuela, afeándole incluso palabras del madrileño Íñigo Errejón. Era la preparación argumental para atacar a las autoproclamadas alcaldías del cambio de A Coruña, Santiago y Ferrol. "Ustedes gobiernen en muchos sitios en Galicia. La Xunta hace la política contra la pobreza que no hacen los alcaldes", afeó Feijóo al portavoz de En Marea, Luís Villares.

Ese reproche se produjo durante el cara a cara entre Feijóo y el juez en excedencia, que reprochó al primero "gobernar para los ricos" por haber aprobado para el año próximo una rebaja del impuesto de patrimonio que mermará en 18 millones de euros los ingresos autonómicos. "Gobierna para los ricos", le espetó Villares, que cifró en 1,2 millones el número de personas que vive en situación de precariedad.

Por su parte, Feijóo reivindicó haber subido esa carga impositiva en 2013 y aseguró que situarla en el nivel previo no supone bajar impuestos, sino recuperar la tasa anterior. Ahí, destacó que el nivel de pobreza se encuentra en el nivel más bajo desde la crisis y censuró la "visión apocalíptica" de En Marea.