En Marea quiere que los cinco diputados gallegos con los que comparte siglas en el Congreso dentro del grupo de Unidos-Podemos ganen autonomía y empleen la negociación de las cuentas estatales para exigir demandas en clave gallega, que, de momento, han sido excluidas del acuerdo inicial entre el Gobierno de Pedro Sánchez y el citado grupo, representado en la firma del pacto por Pablo Iglesias. Aun así, la dirección del partido rupturista aboga por no afilar los dardos al PSOE para no debilitar la imagen de una "alternativa sólida" en Galicia al PP.

Estos son los principios básicos del análisis sobre la situación política realizado por la dirección del partido instrumental, liderada por Luís Villares, una hoja de ruta enviada a las bases para que estas aporten sus ideas y luego votarla en el plenario del día 27.

La moción de censura de junio que llevó al PSOE a Moncloa ha variado la coyuntura política a ocho meses de las municipales. En el citado informe, En Marea incide en ello. Por un lado, establece que el apoyo a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno "no puede ser un cheque en blanco" y reconoce que este "no está cumpliendo" sus promesas. A pesar de ello, propone rebajar la intensidad de las críticas. "Tampoco podemos convertir al PSOE en diana de nuestros dardos sin tener en cuenta que en Galicia el objetivo sigue siendo apartar al PP corrupto de las instituciones", expone antes de abogar por el pragmatismo. "Hay que leer correctamente el momento político y no contribuir a una ofensiva gratuita funcional a los intereses de los sectores más reaccionarios [...] En el contexto gallego, es urgente trasladar la imagen de una alternativa sólida de gobierno para derrotar a Feijóo", añade en una estrategia acorde con el discurso en el Debate sobre el Estado de la Autonomía de Villares.

Su plan pasa por que los cinco diputados de En Marea en el Congreso -allí constituyen una coalición: dos de Podemos, una de IU y dos de Anova- "hagan valer su peso" en la negociación presupuestaria. De momento, no ha sido así y han trasladado sus reclamaciones -como la cesión de la AP-9- a la fase de enmiendas.

El viceportavoz de En Marea en el Parlamento gallego, Antón Sánchez, condicionó ayer el voto de sus compañeros en la Cámara Baja a la atención del Ejecutivo a la "agenda gallega", en sintonía con la dirección rupturista, con la que es crítica. Pese a ello, uno de esos parlamentarios, Antón Gómez-Reino, aspira a liderar Podemos Galicia, por lo que resulta poco probable un voto en contra del acuerdo firmado por su jefe de filas.

"Los presupuestos son una oportunidad para hacer valer el peso de En Marea. Se deben hacer propuestas de país que no tengan que ser necesariamente coincidentes con el grupo confederal [de Unidos-Podemos]. Los diputados no deben actuar más que como En Marea y no en representación de los grupos políticos de origen. En Marea debe funcionar con mayor autonomía", traza la dirección de Villares.

La coordinadora también remitió a sus 2.485 inscritos, según su web, los reglamentos de elección del Consello das Mareas y del plenario del 27. En ellos, opta por cerrar el día 24 el censo para las primarias previstas 34 días más tarde, dando 31 jornadas menos para inscribirse que en el último proceso.