Tras cinco veranos creciendo la ocupación hotelera, los hoteles gallegos perdieron viajeros en julio y agosto de este año. Acogieron a casi 1.132.000 viajeros. Son 161.733 menos que el verano pasado. Supone una caída de un 12,5% con respecto a los meses de julio y agosto del año pasado, lo que convierte a la comunidad gallega en la autonomía donde los hoteles pierden más húespedes. Ni en porcentaje ni en cifras absolutas hay otra comunidad con mayor retroceso. La segunda plaza es para La Rioja con un 6,3% de caída. A nivel estatal, el descenso es mínimo, un 0,16%. Y hay siete comunidades que ganan viajeros en los hoteles.

El retroceso gallego se enmarca en "la desaceleración" que vive el sector turístico en los últimos meses en España, y que ya reconoce el propio Gobierno. Han contribuido a este freno la ola de calor de este verano en Europa, la recuperación de destinos mediterráneos... Agosto es el tercer mes consecutivo de descenso de las pernoctaciones en España.

En Galicia, se han regisrado menos viajeros y también menos pernoctaciones. Un 8,9% de descenso: 257.318 noches menos, rebajando la cifra final a 2,6 millones entre julio y agosto. Para compensar, estos números rojos, crece la estancia media en los hoteles,pasando en agosto de 2,27 días a 2,36 días. Los hoteles de las Rías Baixas son los que registran un mejor dato: 2,90 días. "La estancia media mejoró un 3% alcanzando así el dato más elevado en ocho años", destacaba ayer la Xunta, tras la difusión de los datos del Instituto Nacional de Estadística.

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Los hoteleros pueden compensar la caída de viajeros y pernoctaciones hasta cierto punto con la prolongación de la estancia de los turistas, y la subida de los precios. Los precios subieron un 3,7% en agosto y la rentabilidad media de la habitación se elevó un 1,3%, según el INE. El Gobierno autonómo calcula que en lo que va de año más de 2,8 millones de turistas se han alojado en los hoteles gallegos, pasando 5,8 millones de noches.

Los ingresos del sector alcanzan los 200 millones de euros, también según las estimaciones de la Secretaría Xeral de Turismo.

Las Rías Baixas continúan siendo la principal zona turística de Galicia. Casi cuatro de cada vez viajeros que eligen la comunidad para pasar sus vacaciones de verano apuestan por alojarse en un hotel de las Rías Baixas.

En julio y agosto 445.728 viajeros se registraron en hoteles de las Rías Baixas. La segunda plaza es para las Rías Altas, pero a mucha distancia, con 179.165 viajeros. La Costa da Morte contabilizó con 48.782 turistas y la Mariña lucense, con 46.231. Santiago de Compostela, como punto turístico, atrajo a 101.798 turistas que pasaron la noche en hoteles.

Las Rías Baixas es con la Mariña lucense la zona turística que mejor resistió la caída en afluencia. Un 7,4% menos, mientras las Rías Altas perdieron un 12,20%. Compostela bajó un 8,8%.

Para analizar el comportamiento del turismo en Galicia es importante compararla con comunidades con una oferta similar. Se les conoce como la España verde, y la conforman Asturias, Cantabria y País Vasco, además de Galicia. El pasado mes, según los datos difundidos ayer por el INE, la autonomía gallega registró la ocupación más baja: un 64,9% de las plazas, frente al 80% de Cantabria, el 79% del País Vasco y el 74,5% de Asturias.

De estas comunidades, solo la vecina asturiana mejoró cifras con respecto a agosto del año pasado, las demás cayeron aunque solo fuese unas décimas como en el caso de País Vasco. En Galicia fueron 2,27 puntos menos.

Como es habitual, agosto fue mejor que julio. Si hace dos meses los hoteles de la comunidad recibieron a casi medio millón de turistas, el mes pasado fueron más de 634.000. Los hoteles pasaron de media de una ocupación del cincuenta por ciento en julio a casi el 65%.

El sector hotelero gallego arrancó la temporada de verano con el reto de igualar las cifras del año pasado, pero era consciente de las dificultades, pues 2017 fue un muy buen año para el turismo en Galicia, con casi 1,3 millones de turistas.

El tiempo caprichoso de julio enfrió las expectativas, y aunque en agosto reinó el sol no fue suficiente para repetir el éxito del año pasado.