"Se movió la cama", comentaban ayer desde la comarca del Deza, una de las zonas con más testimonios de este seísmo. En esta ocasión la sacudida se notó en tres provincias, de Lugo a Pontevedra y A Coruña. Lo mismo ocurría en el de Guilfrei, en el año 1997, cuando vecinos de Pontevedra fueron testigos del fuerte temblor. Este quedó como uno de los terremotos de referencia en la historia reciente de la comunidad gallega.

El triángulo formado por Becerreá, Sarria y Triacastela, en la provincia de Lugo, es considerada la zona cero de los seísmos en la comunidad gallega. En ese espacio tienen lugar la mayor parte de los temblores que se registran en Galicia.

En 1995 tenía lugar uno en Becerreá que alcanzó los 4,7 grados en la escala de Richter, tocó varias zonas de la comunidad e incluso causó daños materiales. En el 94 hubo varios movimientos sísmicos en Taboada y Bande. Y son varios los temblores registrados en la zona de Monterroso. Si bien es un área castigada por los temblores en Galicia, no es la única. Pontevedra también es escenario de algún que otro temblor. Precisamente el pasado mes de mayo en Ponte Caldelas se registraba uno de 3,2 en la escala de Richter que afectó principalmente a Pontevedra, Marín y Barro.

Los registros recuerdan también el del año 1920, en el mes de noviembre. En esta ocasión el epicentro fue en Pontevedra y el seísmo alcanzó 4,7 grados de magnitud en la escala de Richter.