La comisión del Congreso que investigará las causas del accidente del tren Alvia ocurrido en Angrois (Santiago) en julio de 2013 ha decidido darse un mes para proponer el plan de trabajo, todo ello pese a haber estado ya siete meses congelada ante la incapacidad de los grupos parlamentarios de ponerse de acuerdo para decidir quién debía presidir este órgano.

Finalmente, la presidencia de esta comisión, creada a instancias del PSOE y Unidos Podemos, ha recaído en el portavoz de interior del PDeCAT, el independentista Feliu Joan Guillaumes, que ha sido elegido por unanimidad para ese puesto, pese a las reticencias que había venido mostrando el PP.

En la mesa de la comisión le acompañarán el socialista César Ramos, como vicepresidente primero; el popular José Alberto Herrero, como vicepresidente segundo; el diputado de En Marea Antón Gómez Reino, como secretario primero, y Concepción de Santa Ana, como secretaria segunda, en representación del PP. Se ha quedado fuera Ciudadanos.

Nada más tomar la palabra como nuevo presidente, Guillaumes ha pedido a los comisionados mostrar "la máxima sensibilidad y delicadeza" para con las víctimas de este siniestro, en el que murieron 80 personas, porque en la comisión se expondrán hechos "dolorosos". Aunque ha admitido que parece "imposible" que se pueda llegar a acuerdos, el independentista catalán ha garantizado que hará un esfuerzo personal para cambiar ese pronóstico.

En cuanto al ritmo de trabajo, se ha comprometido a intentar una cierta regularidad, aunque ya ha dejado caer que será difícil dado que entre los comparecientes habrá altos cargos con agendas complicadas.

De entrada, ha empezado dando un mes a los portavoces para que presenten sus solicitudes de documentación y comparecientes. En declaraciones a los periodistas, ha reconocido que todo parece apuntar a que los trabajos de la comisión se alargarán más allá de los seis meses previstos inicialmente.

Como en todas las comisiones de investigación, en la del Alvia regirá el voto ponderado (el peso que tiene cada grupo en el pleno) y en la misma, según la iniciativa aprobada por el pleno el pasado septiembre, habrá cuatro representantes del PP, tres de PSOE y otros tres de Unidos Podemos, dos de Ciudadanos y otros dos del grupo mixto. ERC y el PNV, por su parte, contará con un diputado cada uno.

Tras la constitución formal de este nuevo órgano, tanto En Marea como el PSOE han celebrado que "por fin" esta comisión haya echado a andar. La diputado de la formación rupturista Alexandra Fernández se ha arrogado ser "la principal artífice" de que la comisión sea hoy una realidad, recordando las veces que esta misma propuesta había sido rechazada por PP y PSOE en anteriores legislaturas.

Y ha avanzado que, de entrada, llamarán como comparecientes a la actual presidenta del Congreso, Ana Pastor, ministra de Fomento cuando sucedió el siniestro; su antecesor en esa cartera, el socialista José Blanco; y el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, del PP.

El PSOE, por su lado, ha garantizado que trabajará en esta comisión con "la máxima objetividad", y el PP, que sigue sin ver oportuna esta comisión con una instrucción judicial en marcha, ha asegurado que lo hará también con la máxima profesionalidad y seriedad".