Hace tiempo que Sogama se quedó muy pequeña para toda la basura que recibe de los 294 concellos que tienen contratados sus servicios. La falta de capacidad obligó al complejo medioambiental de Cerceda a habilitar el polémico vertedero de Areosa en el que los restos son tratados "conforme a la normativa vigente", aunque sus propios responsables reconocen que "no es la opción más deseable". Tampoco la ampliación fue la primera idea con la que trabajó la Xunta -principal accionista (51%), junto con Gas Natural Fenosa (49%)- para cubrir la evidente debilidad y adecuarse a las exigencias del plan gallego de residuos. A eso iba destinada la incineradora en O Irixo (Ourense) que la empresa Estela ofertó en el concurso eólico de 2010 y que la convirtió en una de las principales ganadoras de la puja con 186 megavatios (MW). El rechazo vecinal, y político, frustraron el proyecto y la Xunta sancionó a la firma por el incumplimiento de sus compromisos industriales. Fue entonces cuando el Gobierno gallego lanzó su apuesta por agrandar Sogama con uno de los mayores contratos públicos de los últimos años en la comunidad, un total de 405 millones de euros. Las obras despertaron el interés de varios de las grandes multinacionales de construcción y servicios de España y del grupo ourensano Valtalia, el más desconocido y finalmente ganador tras un proceso muy conflictivo.
El Consello de la Xunta autorizó en agosto del pasado año la licitación para una nueva planta de recuperación de los envases que van mezclados con la basura y la remodelación de las actuales instalaciones de reciclaje, tratamiento y elaboración de combustible. Como mínimo, la capacidad de tratamiento de los residuos tendría que incrementarse un 36%. El contrato incluye además la operación, el mantenimiento y la limpieza de ambas plantas durante 15 años, con la intención de que todo estuviera listo el próximo 2017.
Cinco compañías concurrieron a la contratación. Cuatro uniones temporales de empresa (UTE) encabezadas por filiales de Acciona; Ferrovial y Copasa; FCC; y Sacyr. Y la corporación Valtalia, un "gestor medioambiental integral" creado en 2005 en Ourense y que ya participa en la gestión de las centrales de cogeneración y termoeléctrica de Sogama.
La UTE de Ferrovial y Copasa y Valoriza quedaron excluidas por no superar el 50% de la puntuación en la parte técnica. Ahí nació el primer encontronazo. El Tribunal Administrativo Central paralizó el proceso por la queja y falló a favor de Sogama en julio de este año.
FCC presentó el segundo recurso tras la decisión de la mesa de contratación de proponer la adjudicación a Sociedad Gallega de Polímeros y Papeles y Desarrollos, las dos firmas con las que ofertó Valtalia su proyecto. La denuncia apuntaba la supuesta existencia de "un trato de favor" a la ganadora, que "ha podido contar con información privilegiada a la que no han tenido acceso los demás licitadores"; y los posibles incumplimientos de Valtalia sobre lo marcado en el contrato porque, según figura en el recurso, Sogama obliga a que las modificaciones para reforzar la efectividad del complejo se realicen en la actual planta de reciclaje y Valtalia reparte los cambios entre esas instalaciones y las nuevas. El tribunal volvió a paralizar el concurso hasta que el pasado 21 de octubre -la adjudicación definitiva estaba contemplada para septiembre- aceptó las alegaciones de Sogama y de la compañía ganadora y concluyó que ni se vulneró la igualdad de trato en el reparto de la información ni la mesa de contratación incurrió "en una valoración irracional o arbitraria" del proyecto.
La oferta de Valtalia deja dos importantísimas novedades respecto al pliego de condiciones. Sogama pedía un aumento de, al menos, el 35% en la capacidad de Sogama para tratar basura -de las 550.000 toneladas al año de ahora a más de 700.000- y la adjudicataria intentará llegar a una subida del 81% (al millón de toneladas), según confirman fuentes del complejo medioambiental. La otra, el precio. El contrato se formalizará por un total de 333,1 millones de euros, IVA incluido, una rebaja del 18% sobre los 405 millones de la licitación.
Valtalia suma activos por valor de 41,4 millones de euros. La facturación del grupo alcanzó en 2015 los 37,4 millones, un 15% por encima del ejercicio anterior, con un aumento del 39,5% del beneficio, 7,1 millones de euros. Está administrado por César Pereira Rodríguez y cuenta con seis firmas filiales o participadas. La compañía cuenta con actividad comercial o proyectos de ingeniería en 17 países, entre los que destacan China, EEUU o Brasil.
