La situación de bloqueo de la política nacional registrado hasta el pasado sábado afectará sustancialmente a las arcas municipales y a la redacción de sus respectivos presupuestos. La razón es que al no poder el Gobierno central elaborar sus cuentas para el año 2017, el Ministerio de Hacienda realizará a la administración local las mismas transferencias de fondos que las asignadas este ejercicio por su Participación en los Ingresos del Estado (PIE). Las partidas se congelarán hasta que haya presupuestos generales y, en vista de la ausencia de una mayoría estable en el Congreso, no se pueden poner plazos a su aprobación. Pero los concellos y diputaciones deben redactar los suyos y dado que la aportación del Estado permanecerá estancada a pesar del crecimiento de la economía, el incremento del gasto municipal queda condicionado a la capacidad de ingresos propios de la administración local, bien mejorando la recaudación o recurriendo a la vía de la subida de los tributos.
Este es el escenario en el que se deberán mover las próximas semanas y meses los ayuntamientos que emprendan la tramitación de sus presupuestos, según diversas fuentes municipales. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, comunicó a principios de mes al presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (Femp) y alcalde de Vigo, Abel Caballero, el montante de la PIE, que asciende a 17.752 millones en el conjunto del Estado, para que la administración local supiera a qué atenerse al cuadrar sus cuentas. Y ahora, el ministerio está remitiendo a cada ayuntamiento y diputación la comunicación con las partidas concretas que le corresponde a cada entidad, que básicamente son las mismas que han recibido este año.
En el caso de Galicia, son casi 1.100 millones de euros, de los que 572 se distribuyen entre los municipios y otros 526 entre las diputaciones provinciales. Sin variaciones en estas transferencias -entregas que se hacen cada mes a las arcas locales-, los concellos y diputaciones solo pueden jugar con sus ingresos propios si quieren incrementar el presupuesto de gasto real, bien mediante una mejora de la eficacia de la recaudación o bien, en lo que siempre resulta un medida impopular, subiendo los tributos y tasas a los ciudadanos.
Las ciudades tienen un margen de maniobra más amplio, dado que su dependencia de los fondos del Estado es menor y su capacidad de ingresos propios bastante superior a la media de los ayuntamientos. Así, la previsión es que el Concello de Vigo pueda alcanzar un incremento del 4% en su capacidad de gasto. En el resto de las ciudades, no obstante, la elaboración de las cuentas puede resultar más compleja, dado que no hay mayorías absolutas y los grupos de gobierno necesitan el apoyo de otros socios.
Pero en los municipios medios y pequeños el margen es muy reducido, ya que sus ingresos suelen depender hasta en un 50% de los fondos que aporta el Estado a través de la PIE.
En todo caso, las entregas a cuenta podrían aumentar a lo largo de 2017 si el Gobierno central consigue aprobar con cierta premura los presupuestos generales y recoge las variaciones en sus ingresos, supuestamente al alza, por el crecimiento de la economía. Así, durante el ejercicio los concellos estarían en condiciones de realizar ajustes en su cuentas, como sucedió en 2012, cuando en junio experimentaron un incremento con respecto a las cantidades de inicio. Claro que por entonces el PP tenía mayoría absoluta y pudo aprobar los presupuestos sin problema, aunque retrasados por la celebración de elecciones generales en noviembre e 2011.
Un bloqueo político que también afecta a la financiación de las comunidades autónomas
- Las comunidades autónomas se encuentran en una situación aún más complicada que la administración local. Mientras diputaciones y ayuntamientos sí pueden elaborar sus presupuestos, los gobiernos autonómicos están imposibilitados. Además de tener también congelada la financiación procedente del Estado, que en el caso de Galicia supone frenar tres años de crecimiento, no pueden aprobar sus cuentas porque faltan dos trámites inexcusables: la ratificación de los objetivos de déficit -que determina cuánto pueden gastar por encima de los ingresos mediante el recurso a la deuda pública- y del techo de gasto, que marca el volumen máximo de los presupuestos.Se trata de dos obstáculos que un gobierno en funciones no se podía saltar por tener limitadas sus competencias, por lo que el PP llevó al Congreso una iniciativa para reformar la Ley de Estabilidad y poder así sortear, mediante un mecanismo exprés, el bloqueo. No obstante, Mariano Rajoy formará ejecutivo esta semana y al menos podrá elaborar y aprobar el proyecto de presupuestos del Estado, aunque su visto bueno por parte el Congreso, paso también imprescindible, no está garantizado ni mucho menos.El caso es que provisionalmente, el Ministerio de Hacienda comunicó a Galicia los fondos que recibirá en 2017 a cuenta del modelo de financiación, que serán del orden de los 6.736 millones de euros, lo mismo que ingresará este año. La Xunta, aunque en funciones, ya está trabajando con estas cifras para elaborar sus presupuestos del próximo año.
