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El balance social de la doble recesión

Los jóvenes gallegos se casan dos años más tarde que antes de la crisis y la fecundidad cae a un hijo por mujer

Entre 2008 y 2014, la media de hijos cayó en la región a solo uno y aplaza la maternidad por encima de los 32 años -Las bodas bajan a mínimos, 5 por cada 1.000 habitantes

Muchas de las decisiones que las personas tienen que tomar sobre su futuro dependen del bolsillo. Por eso la crisis, el drástico aumento del desempleo, la precarización laboral, las bajadas salariales y los recortes en servicios públicos se saldan con "una repercusión muy negativa en el bienestar y calidad de vida de una gran parte de la población residente en España". Lo dicen los expertos de la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas) en el monográfico publicado ayer con el balance social que deja tras de sí la doble recesión. En el caso de la demografía, el impacto, apuntan, "ha sido relativamente modesto" en "la mayoría" de los indicadores, con las únicas excepciones del descenso del tamaño de la población y el cambio de signo del saldo migratorio, ahora en números rojos porque las salidas a otros países superan de largo al número de personas que vienen aquí. Sin embargo, el informe de Funcas advierte que las huellas del pinchazo de la economía en este terreno son "visibles" y que podrían pasar factura en el futuro porque la traslación demográfica de los cambios económicos se retrasa "en años". Como ocurre, por ejemplo, con la vuelta de la fecundidad a las tasas "mas bajas del mundo". El número de hijos por mujer pasó de 1,44 a 1,32 entre 2008 y 2014. De 1,12 a 1,07 en Galicia, la tercera comunidad con menor proporción de nacimientos y que ve así como se agrava el problema de envejecimiento que arrastra.

Solo Canarias y Asturias registran una tasa más baja, del 1,04 y el 0,99, respectivamente, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Al otro lado de la balanza están Cataluña, con 1,39 hijos por mujer; Navarra, con 1,43; y Murcia, con 1,56.

Pese a las notables diferencias, el descenso de la tasa de fecundidad afectó en los seis ejercicios más duros de la crisis a todas las regiones, salvo el País Vasco, donde repuntó ligeramente del 1,30 al 1,38. Justo en el territorio menos azotado por el deterioro disparado del mercado laboral. "En general, en aquellas comunidades en las que más aumentó el desempleo durante la crisis es donde encontramos un mayor descenso de la fecundidad", subrayan los autores del análisis. Hasta un 16,2% en Canarias, un 14,3% en Castilla-La Mancha, un 14,1% en Baleares y un 14% en Andalucía. Galicia, que experimentó un ascenso del paro por debajo de la media, aguanta uno de los menores desplomes de la fecundidad. Un 5,1% frente al 8,6% del conjunto del Estado.

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El estudio de Funcas revela que el calendario de la fecundidad se ha ido desplazando progresivamente, además, hacia edades "cada vez más avanzadas durante las dos últimas décadas". "La crisis -añaden los investigadores- no ha hecho más que acentuar esa tendencia". Las mujeres menores de 25 años son "las que se han visto más perjudicadas por el vertiginoso aumento del paro juvenil", mientras que en la franja siguiente, entre los 25 y los 35 años, a pesar de que la tasa de fecundidad también cae, lo hizo en menor medida, e incluso hay un ligero aumento en las edades más avanzadas por la falta de margen para seguir aplazando un embarazo. Sin tregua, la edad del estreno de la maternidad avanza en Galicia, hasta colocarse en los 32,4 años, uno más que en 2007.

"Las mujeres y hombres en España tienen pocos hijos, a una edad tardía y su descendencia final está por debajo de sus aspiraciones personales", resalta Funcas, que achaca la situación a la pérdida de capacidad adquisitiva, la "reducción del apoyo público" a la conciliación por las "políticas de austeridad y los recortes en servicios públicos" y el incremento de la "feminización" de la pobreza "y la división sexual del trabajo y los cuidados".

La falta de recursos también incide a las parejas a pensarse dos veces el matrimonio. Aunque no tanto como embarcase en un nacimiento porque el enlace, como recuerda Funcas, conlleva beneficios fiscales que pueden ayudar a resistir en envite de la crisis. El número de bodas descendió en España en los primeros años del pinchazo económico y permaneció luego en esos mínimos históricos. En Galicia eran algo más de 7 matrimonios por cada 1.000 habitantes en 2008. En 2014 bajaron a 5,5, por debajo de la media estatal, en el 5,8. El retraso en la edad no es un rasgo exclusivo de la crisis, según el estudio, pero sí que refuerza la tendencia previa. La de dar el paso cada vez más tarde por "el elevado desempleo juvenil, las dificultades del acceso a la vivienda, la precaria situación laboral de los adultos jóvenes y la escasez de políticas sociales que promuevan la emancipación". La edad a la que se rondaba el primer matrimonio en Galicia eran los 31 años en 2008. Actualmente son dos más, por encima de los 33.

"Las recesiones suelen tener un impacto visible en las rupturas familiares", indica el análisis, aunque la decisión choca con los costes del proceso y la carga de mantener dos hogares. De ahí que el descenso acusado en los divorcios en los años más duros de la crisis. Solo entre 2008 y 2009, de 2,54 rupturas por cada 1.000 habitantes en la comunidad se pasaron a 2,09. El mínimo llegó en 2013, con 2,01. En 2014 alcanzaron los 2,17.

Un crecimiento "extraordinario e inédito" de las desigualdades

  • El aumento de la desigualdad en España durante la crisis es "extraordinario e inédito", aseguran los expertos de Funcas, que lo vinculan al bajo nivel de cobertura en la protección a los desempleados. El pinchazo económico afectó "desproporcionadamente a colectivos vulnerables sin que el Estado social acudiera a su rescate o, al menos, lo hiciera de manera efectiva". Las grandes prestaciones dependen en gran medida de las contribuciones a la Seguridad Social, por lo que el derecho a cobrar está ligado cotizar y la cuantía depende de las aportaciones. El peso de las pensiones no contributivas es bajo, lo que unido a lo anterior, provoca que segmentos amplios de la población con empleos "cortos o intermitentes", o que hayan trabajado en la economía sumergida, estén especialmente expuestos a la desprotección. Los expertos dudan de que el actual sistema de protección pueda responder "a una sociedad con más y mayores necesidades".

Los suicidios de hombres entre 45 y 64 años alcanza un récord

  • Entre todas las causas posibles de mortalidad, Funcas subraya la evolución en una de ellas, la de los suicidios, que "suelen ser la punta del iceberg de un deterioro de la salud mental en segmentos amplios de la población". En todo el país, la cifra absoluta de personas que se quitaron la vida pasó de 3.263 en 2007 a 3.870 en 2013 y la tasa de suicidios escaló de 7,3 a 8,3 por cada 1.000 habitantes. "Mientras que en el periodo precrisis había una tendencia a la baja, en los últimos años esta tendencia se ha invertido", destaca el informe, que pone el acento en "un cambio revelador". El aumento importante entre los hombres de 45 a 65 años, "edades en las que posiblemente se concentren los desempleados de larga duración".El máximo en Galicia se alcanzó en 2009, el peor año para la economía, con un total de 340 suicidios. En 2013 fueron 333. Se repite el patrón de los hombres de 45 a 65 años. 106 suicidios en 2013, el récord de la estadística y el doble que en 2008.

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