La crisis no solo afecta a los bolsillos de los ciudadanos sino que también puede afectar a su salud. La bajada de los salarios y el incremento del copago farmacéutico convirtió algunos medicamentos casi en artículos de lujo para algunos ciudadanos. Según el Barómetro Sanitario de 2014 elaborado por el Ministerio de Sanidad, el 4,3 por ciento de los gallegos admite que dejó de tomar alguna medicina "por motivos económicos", lo que en números absolutos se traduce en 117.500 personas. Esta cifra, sin embargo, se redujo un 18 por ciento con respecto al año anterior, lo que revela una mejoría de la situación económica que atraviesan las familias gallegas.
Según los médicos de familia gallegos, cuando algún paciente prescinde de tomarse la medicina que le recetan por no tener dinero para pagarla se trata sobre todo de fármacos caros como los antiagregantes que se prescriben a los infartados, los antidiabéticos o los tratamientos para el colesterol. Según el presidente de la Asociación de Medicina Familiar, Jesús Sueiro, las personas que tienen más dificultades para adquirir ciertos medicamentos son sobre todo trabajadores, que tienen que abonar hasta un 40 por ciento, mientras que perciben menos problemas entre los pensionistas "que pagan muy poco", según aclara.
También desciende, según el barómetro sanitario, la bolsa de medicamentos que los gallegos acumulan en casa. Tras años de crisis y de apretarse el cinturón, los gallegos desperdician menos fármacos. El 12 por ciento de los encuestados admite que guarda envases enteros de medicinas en casa, unas 330.500 personas. El 47 por ciento de ellos lo justifican en que el médico le recetó los fármacos por adelantado "para que no falten". Sin embargo, en la mayoría de los casos esos envases terminan abandonados en el cajón.
Unos 150.000 gallegos alegan que dejaron los medicamentos sin usar porque les cambiaron el tratamiento. Sin embargo, otros 62.464 aclaran que simplemente decidieron no tomar la medicación. Esta cifra, sin embargo, es bastante menor que la de un año atrás, cuando eran 80.000 los gallegos que desaprovechaban las medicinas que tenían en casa.
Aunque la mayoría de los que guardan envases enteros en su botiquín tienen menos de cinco medicamentos, suman más de 68.000 los gallegos que admiten tener más de cinco cajas y, entre ellos, unos 6.200 acumulan más de una decena de medicamentos sin usar en sus domicilios.
Y, mientras algunos, acumulan envases de medicamentos en sus domicilios sin usar, otras familias admiten no tener dinero para comprar fármacos, aunque son menos que en 2013, según los datos del Ministerio de Sanidad. Galicia es además la sexta comunidad con más ciudadanos que alegan causas económicas para no tomarse alguna medicina.
El mayor porcentaje de personas que dejó de medicarse en algún momento por falta de dinero para comprar los fármacos corresponde a la Comunidad Valenciana, el 7,9 por ciento. A continuación está Canarias, con un 6,9 por ciento, y le siguen Aragón (con un 5,6 por ciento), Cataluña (5,5 por ciento) y Andalucía (5,1 por ciento).
En el otro extremo estarían comunidades como el País Vasco donde la cifra de ciudadanos que dejaron de tomar medicinas por no tener dinero es mínimo, solo un 1 por ciento.
El descenso en el número de personas que no se medican por razones económicas en Galicia concuerda con la tendencia estatal donde el porcentaje de ciudadanos que alegan no poder pagar los fármacos también se redujo pasando del 5,2 por ciento de media al 4,5 en el último Barómetro sanitario.
Los médicos de familia, sin embargo, aseguran que todavía no aprecian en sus consultas que hayan bajado las dificultades de algunos pacientes para acceder al tratamiento médico. "Es sensato pensar que a medida que se va recuperando la economía, descienda el número, pero habrá que esperar para que se note", aclara.
