Los incendiarios no se van de vacaciones y además les gusta actuar con noturnidad. Cuatro de cada diez incendios registrados el fin de semana en Galicia se originaron de madrugada, es decir, cuando ya no calentaba el sol y habían bajado las temperaturas. Y no fueron pocos: un total de 134 fuegos se registraron desde el inicio del sábado hasta el lunes por la mañana, según los datos facilitados por la Consellería de Medio Rural y 52 empezaron de madrugada: once en la del sábado, 28 en la del domingo y trece en la del lunes.

Ante la evidencia de los datos, la conselleira Rosa Quintana volvió a salir a la palestra ayer para reclamar "tolerancia cero" contra los "criminales" porque "es difícil que alguien pueda decir que empezaron por generación espontánea".

En el segundo fin de semana de agosto, las fuerzas de extinción tuvieron que emplearse a fondo para combatir un fuego en Galicia cada dos horas, fuegos que en algún caso como en Corrubedo obligaron a desalojar un cámping y en Teo, viviendas. El sabado se registraron 46 incendios, 75 el domingo y 13 en la madrugada del lunes. Solo en las últimas horas arrasaron, según cifras provisionales, más de 600 hectáreas, pues en Toques ardieron 321 hectáreas de Red Natura, en Trazo, se quemaron 130 y en Sobrado, 80 héctereas, todas en A Coruña.

Las previsiones meteorológicas apuntan a una caída de temperaturas y la posibilidad de precipitaciones a partir de mañana en buena parte de Galicia, lo que ayudará a frenar la actividad incendiaria.

Al cierre de esta edición, la Xunta acababa de decretar la situación 2 de emergencia en el fuego de Pereiro de Aguiar, a las puertas de la ciudad Ourense, ante la proximidad de las llamas a las viviendas en la parroquia de Vilariño. El fuego, que se declaró cuando faltaban veinte minutos para terminar el domingo, ya calcinó más de 30 hectáreas. El humo lleva dos días asediando Ourense y Pereiro, y como resultado la calidad del aire ya es, según los registros oficiales, "mala" en la ciudad de las Burgas.

Las llamas actuaron el fin de semana con especial intensidad, atendiendo al número de fuegos, en el sur de Galicia. El 63% de los incendios tuvieron origen en las provincias de Pontevedra y Ourense, con 44 en Pontevedra y otros 40 en Ourense. Un total de 19 incendios se contabilizaron en los alrededores de Vigo y el Baixo Miño, de los cuales 11 comenzaron el domingo. En Caldas y O Salnés, se registraron 14 y en la zona de Miño y Arnoia, 15.

Por concellos, el más afectado fue Caldas de Reis, con siete fuegos, cinco de ellos de forma seguida y provocados por un individuo. Mientras efectivos de Protección Civil apagaban un foco, se iniciaba otro a escasos kilómetros. En A Guarda, un fuego afectó al monte Trega, y en Tomiño, hubo 4 fuegos el domingo, tantos como en Santiago el sábado. El domingo también hubo tres en Ourense, Pereiro de Aguiar, Toén, Muíños, A Golada y Mazaricos, entre otros. Otro ejemplo de supuesta intencionalidad: en Toén, en Ourense, un fuego se originó a las tres y seis minutos de la madrugada, el segundo 36 minutos más tarde, y el último, una hora y tres minutos después del segundo.

La jornada de ayer

En la jornada de ayer, surgió un nuevo fuego en Entrimo, que afecta al Parque Natural Baixa Limia-Serra do Xurés. En la capital gallega, se registró el lunes otro incendio, que se acercó a dos casas. Y en Lugo, llamó la atención un incendio de diez hectáreas en varias fincas muy cerca del Hospital Universitario, que se apagó en unas horas.

A las cuatro de la tarde, en la parroquia de Soutolobre, en el municipio de Salvaterra de Miño, se inició un incendio que se dio por controlado una hora después. Resultaron afectadas 2,6 hectáreas de superficie arbolada. Cerca arrancó otro fuego en la parroquia de Paraños, en Covelo, a las dos del mediodía y se controló tres horas después. Quemó dos hectáreas de arbolado. Un día antes en la parroquia de Soutolobre, ya había habido otro fuego que se sofocó en una hora. La extensión no alcanzó las veinte hectáreas.

Humo luso

El humo de los incendios cubría los cielos de las Rías Baixas el domingo y muchos se preguntaban dónde era el fuego. No todos eran de Galicia y la situación se volvió a repetir ayer. Los incendios de Vila Nova de Cerveira y Monçao, localidades del norte de Portugal, fueron dos de los siete fuegos forestales que el país vecino combatía ayer en su cuarto día consecutivo de grandes incendios.

El de Vila Nova de Cerveira, ciudad a las orillas del río Miño, obligó a empezar a evacuar casas. En Monção, las autoridades se afanaron en controlar un incendio con dos frentes activos iniciado en la noche del sábado. En Coimbra, un fuego controlado ya ayer arrasó mil hectáreas.