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Radiografía del acceso a pisos de protección pública

La demanda de suelo para pisos protegidos cae a su mínimo

El número actual de solicitantes apenas rebasa los 15.000, un 26% menos que hace un año

La demanda de vivienda protegida en Galicia, ya sea en régimen de alquiler o para adquirirla en propiedad, se ha hundido a su nivel mínimo. La falta de recursos de los solicitantes por la crisis y las elevadas cifras de paro y la escasez de promociones nuevas, ya que el sector aún arrastra las secuelas del pinchazo del ladrillo, han llevado a una caída histórica el interés de los gallegos por hacerse con un piso protegido. A ello también ha contribuido que las administraciones públicas apenas sacan al mercado ofertas. Todo esto ha provocado que a día de ayer solo hubiera 15.226 personas apuntadas al registro único de demandantes de Galicia para acceder a una vivienda protegida, un 26% menos que hace justo un año y un 40% menos que en 2013, y ya no se diga en comparación con 2010, cuando estaban inscritos más de 34.000 gallegos, si bien por entonces el censo estaba sin filtrar.

Una consecuencia directa del hundimiento de los solicitantes de pisos protegido es que también se ha rebajado al mínimo la reserva de suelo que tienen que hacer los ayuntamientos para atender esta demanda. La media de la comunidad para este año es del 4,71%, según los cálculos realizados por la Xunta y publicados ayer en el Diario Oficial de Galicia.

El pasado año por estas fechas había inscritos casi 20.600 demandantes de vivienda protegida, de los cuales 5.304 optaban por la compra mientras que otros 15.285 pretendían acceder en régimen de alquiler. Entones ya constituían las cifras más bajas desde que se creó el registro.

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Doce meses después, la demanda se ha hundido un 26% para quedarse en apenas 15.000 inscritos, pero además con una marcada tendencia a renunciar a la adquisición como preferencia. Ahora solo apuestan por esta vía 2.574 gallegos, menos de la mitad de los que estaban interesados un año antes. La alternativa del alquiler también ha disminuido considerablemente, al quedarse en 12.652 solicitantes, un 17% menos que en enero de 2014.

En la distribución por provincias, la de Pontevedra -por el peso singular de Vigo- sigue al frente de la demanda, con 7.200 gallegos esperando un piso protegido y de los que 1.327 optan por la compra. En la de A Coruña la cifra no llega a los 6.000 mientras que en Lugo apenas se rebasa los 1.500 y en Ourense ni siquiera se llega a los 800.

Con una crisis cuyos efectos perduran a pesar de los primeros síntomas de recuperación, un nivel de desempleo por encima del 20% y un sector de la construcción que apenas saca nuevas promociones, los demandantes ven pocas posibilidades de conseguir un piso de protección, por lo que no renuevan su solicitud en el Instituto Galego da Vivenda e Solo y se salen directamente del registro.

Y éste es precisamente el indicador que marca la reserva mínimo de suelo municipal que se debe destinar a viviendas protegidas, que se determina en función de número de personas apuntadas en cada concello. Los cálculos los hace la Xunta, que fija a principios de cada año el porcentaje aplicable durante el ejercicio, que en esta ocasión será del 4,71% de media para el conjunto de la comunidad, frente al 5,7% del pasado año y el 7,11% de 2013.

A este límite podrán acogerse los concellos de más de 5.000 habitantes que lo deseen con un simple acuerdo adoptado por mayoría absoluta. De esta forma, en sus previsiones urbanísticas solo tienen que reservar suelo para ajustarse a la demanda real de vivienda protegida y así poder esquivar la obligación genérica de reservar el 30% de mínimo que estable la ley.

Diez concellos con necesidad "cero"

  • La necesidad de suelo reservado para vivienda protegida es totalmente inexistente en diez ayuntamientos de más de 5.000 habitantes -los de menor tamaño están exentos-, según el listado publicado ayer por la Xunta en el Diario Oficial de Galicia. Al no contar con demanda real, no tendría sentido disponer de pisos protegidos, como es el caso de los concellos de Valga, Meis, Meaño, Vimianzo, Vedra, Muxía, Oza-Cesuras, Arzúa, Camariñas y Miño. Pero es que hay otros 38 municipios donde la necesidad real de reserva de suelo para viviendas de protección está por debajo del 1%, entre ellos los de Vilanova, Vilaboa, Silleda, Mugardos, Bueu, Caldas, A Illa, O Grove o Carballo.Por el lado opuesto, y encabezando la lista, figura el ayuntamiento de Vigo. Es el municipio con mayor demanda, y con diferencia de Galicia, y para ajustarse al número real de solicitudes debería reservar el 15% de las nuevas promociones -en este caso el Concello mantiene el mínimo del 40%-. Por detrás aparece el municipio de Ferrol, con una reserva del 9,87% y Lugo (9,61%). Entre las ciudades se ha colado el ayuntamiento de Brión (próximo a Santiago), que tendría que dedicar a vivienda protegida el 8,78% de su suelo.

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