Los 90 análisis forensic que el FROB contrató el pasado 14 de febrero son un "estudio por terceros independientes" como paso previo a acudir a los tribunales. ¿Tercero? Sí. Porque, junto al FROB -que también revisó los casos-, hay una primera criba entre todas las operaciones sospechosas que en el caso de las entidades gallegas corrió a cargo de PricewaterhouseCoopers (PwC), encargada de las cuentas de Caixa Galicia y que siempre las avaló, pese a la quiebra interna detectada por el Banco de España en sus informes de inspección.

Para esa tarea, como publicó FARO en el mes de febrero, se le contrató. El trabajo se hizo en colaboración con el FROB y el departamento de auditoría de NCG. En aquel momento, la responsabilidad era de Albino Espinosa, procedente también de la antigua caja coruñesa, donde llegó a ser, precisamente, director general de la división de Riesgos. Sobre la que recaía en control de las operaciones para evitar la deriva en operaciones a la que ahora el FROB quiere poner remedio. Espinosa fue, además, inspector del sector financiero.