Las ayudas de la Política Agraria Comunitaria (PAC) llegarán en 2015 a las cuentas bancarias de los ganaderos con un 1,3% de descuento -63 millones menos en el caso de España- que se trasvasarán al nuevo fondo de 433 millones destinado a solventar situaciones de crisis en alguno de los sectores agroalimentarios europeos.

A fin de garantizar que la reserva para afrontar las crisis esté disponible en el presupuesto del próximo año fiscal, la Comisión Europea quiere reducir los pagos directos de la PAC a todos los ganaderos que superen los 2.000 euros anuales -más de la mitad de los 39.908 gallegos perceptores de fondos agrarios- que se reparten unos 170 millones de euros cada año en pagos directos. Estarán exentos del recorte los ganaderos búlgaros, los rumanos y también los croatas.

Según las normas presupuestarias, la Unión Europea tiene que proponer una ratio de disciplina financiera si prevé que el gasto para el siguiente año -incluida la reserva de crisis- sea mayor que el monto presupuestario máximo disponible para las ayudas directas de la PAC y las medidas de mercado definidas en las cuentas plurianuales del periodo 2014-2020.

En virtud de estas normas, el Consejo y el Parlamento Europeo tienen hasta el 30 de junio para establecer la tasa de la disciplina financiera. Si no hay acuerdo entre las partes, la Comisión Europea podrá fijarla a su criterio.

La noticia no ha sentado nada bien entre los representantes agrarios, que coinciden en que la PAC "ya ha sufrido bastantes recortes" porque se mantiene el mismo presupuesto que el año anterior -más de 340 millones anuales para el campo gallego- y no se tiene en cuenta el incremento del IPC en un 12% para el periodo 2015-2020.

El secretario xeral de Xóvenes Agricultores (XXAA), Francisco Bello, destaca que las subvenciones de la PAC son para compensar el hecho de que los productores no pueden fijar los precios no porque ellos las pidan. "No nos dejan establecer las tarifas, no tenemos capacidad de producción y ahora también nos recortan las ayudas que nos sirven para equilibrar la situación", destaca Bello. Los sindicatos también denuncian que los productores son los que tengan que hacer frente a las crisis alimentarias como ocurrió con la de las vacas locas o el pepino porque ellos

-aclaran- no son los responsables de estas situaciones. "Es un insulto para los agricultores tacharnos de delincuentes preventivos cuando somos los más perjudicados con las crisis alimentarias que provocan que nuestros ingresos caigan a nivel cero", destaca el responsable de XXAA, para quien esta propuesta de Bruselas es "la gota que colma el vaso" de las continuas presiones al sector. Y mientras -alerta- aotros países que no pertenecen al ámbito comunitario "no se les exije ni la mitad de requisitos ni estándares de calidad que a los estados de la UE", por lo que avisa de que ahí podría estar el riesgo al no saber que controles pasan sus productos. Por eso en lugar de hacer pagar a los ganaderos de su bolsillo para este fondo, el sector apuesta por medidas preventivas y mayor control sobre los productos que llegan a la UE de fuera de sus fronteras.

Alternativas

Para el secretario de Ganadería de Unións Agrarias (UUAA), Javier Iglesias, la pregunta que se debe hacer la Unión Europea es clara: "¿Están los ciudadanos europeos dispuestos a pagar el precio que realmente valen los productos y por ejemplo por un kilo de ternera abonar 12 euros en lugar de seis o siete?". Como es consciente de que la respuesta sería "no", considera "un error" por parte de la UE reducir las ayudas de los productores que las usan para compensar este desequilibrio entre el coste de producción y el precio de venta. En este sentido, añade que con el recorte se cortaría la posibilidad de crecimiento "de un sector que está tirando de la economía en tiempos de crisis".

Al igual que Bello también critica que sean los ganaderos los que tengan que pagar ese fondo de reservas ante posibles crisis alimentarias para de esa forma contrarrestar la decisión de los países miembros que "no están dispuestos a poner más dinero para este fin". "Se debería buscar otra alternativa o crear otra estructura pero no perjudicar al sector", concluye Iglesias.