El concejal de Deportes del Ayuntamiento de Santiago, Adrián Varela (PP), reconoció ayer que no está "orgulloso" de determinadas actitudes y comentarios de los que se hace eco el sumario de la operación Pokemon, en la que está imputado, porque son "reprochables", pero dio por hecho que "judicialmente y penalmente" no tendrán "mayor recorrido" y defendió su continuidad como edil.

Aunque no ha dejado de acudir a recepciones y eventos deportivos de la ciudad, Varela reapareció ayer formalmente ante los medios semanas después de que la jueza que instruye la Pokemon autorizase levantar gran parte del secreto de sumario de la causa. Lo ha hecho respaldado por la también edil María Pardo, que se mantuvo a su lado mientras Varela respondía.

En las conversaciones grabadas, el concejal lanzaba insultos muy despectivos contra compañeras de partido del grupo municipal y pedía el despido de una trabajadora por ser la esposa de un sindicalista.