Prácticamente todas las grandes industrias gallegas cuentan con centrales de cogeneración en sus fábricas para aprovechar su actividad interna y producir a la vez electricidad y calor. Por dos razones. La primera, autoabastecerse y así aminorar los costes energéticos, uno de los principales enemigos de la rentabilidad del negocio tras tanta subida en el recibo. La segunda, conseguir un plus en los ingresos a través de la venta de lo que les sobra, subvencionada como la eólica, la solar o la minihidráulica. Hasta ahora. Porque este tipo de tecnología también padeció los dos importantes recortes aplicados por el Ministerio de Industria en los incentivos a las renovables de los últimos años y le toca lidiar con el nuevo marco de retribución que se acaba de conocer. La cogeneración, que en la comunidad supera el centenar de plantas y los 500 megavatios (MW) instalados, advierte de su "desaparición" y de las "graves consecuencias" para las empresas propietarias por el correspondiente lastre para la competitividad del negocio.

La caída previa a la orden de remuneración que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia acaba de pasar a los promotores para la fase de alegaciones ronda, según la patronal de la cogeneración, Acogen, el 22% de los ingresos. En total, 650 millones de euros, que el sector confiaba con paliar ante la "señal esperanzadora" que les llegaba con la reformada ley del sector eléctrico.

Tanto la norma general, como los borradores del decreto y la orden que desarrollan la actividad concreta de las renovables "establecen clara y tajantemente que se cubrirán todos los costes de operación de las plantas que utilizan combustibles, así como sus gastos por impuestos energéticos, CO2, mantenimiento, etc.", destaca Acogen. "Sin embargo, son cientos las empresas que ya han realizado sus cálculos en función de los nuevos parámetros -continúa la asociación- y que están comunicando a Acogen que los números no están bien hecho y que no cubren costes".

Pescanova, Povisa, Cogal, Coren, Pascual, Finsa, Inditex, Ferroatlántica, Hipercor, Sogama y hasta la Universidade de Santiago funcionan con plantas de cogeneración. Así hasta 104 -hay una más, en la refinería de Repsol en A Coruña, con 94 MW, pero que vende su producción sin derecho a prima-, que el pasado 2013 produjeron 1.424 gigavatios hora (GWh), algo más del 10% de la generación del régimen especial en Galicia y que equivale al consumo eléctrico de todo el sector servicios de la provincia de Pontevedra, incluidas las administraciones y el alumbrado público.

Ya en 2009 la Xunta se vio obligada a sacar una orden para apoyar la continuidad de la cogeneración dado el coeficiente de corrección en los pagos a su energía por la antigüedad. Alrededor de un 17% a todas aquellas con 15 años de vida.

20% paradas

En todo el país, Acogen apunta que el 20% de las centrales de cogeneración paralizaron su actividad en 2013 por el descenso de los incentivos. Y advierten que de las fábricas que la usan sale un 20% del PIB, con 200.000 empleos directos. Son industrias intensivas, insiste, que necesitan sus plantas "para ser más eficientes y ahorrar energía" y "paliar los altos precios energéticos" en comparación con el resto de Europa. "En España no podemos permitirnos ni tan siguiera imaginar escenarios de mayores paradas, deslocalizaciones y pérdidas de empleo en la industria, porque ésta, la industria, es la mejor apuesta nacional para revertir la crisis y, en ello, supongo que coincidimos plenamente con el Gobierno", afirma Javier Rodríguez Morales, director general de Acogen.