Las cifras sobre la crisis del sector de la construcción no se centran solo en la reducción de pisos de nueva planta o en el desplome de la superficie construida -entre viviendas y edificios de otros usos-, que en seis años ha pasado de 4 millones de metros cuadrados en los primeros cinco meses de 2007 a los apenas 48.000 del mismo período de este año, sino que ha tenido dramáticas consecuencias en el terreno del empleo. En este período se han destruido alrededor de 27.000 puestos de trabajo.

El pinchazo de la burbuja inmobiliaria se cebó con un amplio porcentaje de la población que había enfocado su carrera profesional a un sector que durante una década generó gran parte del PIB estatal, con menor peso en Galicia que en otras zonas. Aun así, el impacto del paro en este sector ha sido brutal. Según los últimos datos de paro registrado a julio de este año, el sector de la construcción tiene a 41.303 ciudadanos en paro, cifra que en el mismo mes de 2007 era de apenas 14.039, es decir 27.264 menos. Se trata de un aumento del 194% en apenas cinco años, lo que refleja la dimensión de la crisis del ladrillo.

Las proporciones de la recesión quedan evidenciadas también si se compara el sector de la construcción con las cifras generales de paro registrado. En ese mismo período, el desempleo aumentó en la comunidad un 86% al pasar de 139.998 ciudadanos sin trabajo a 261.102. Se trata, por tanto, de la mitad de incremento que sufre el sector del ladrillo.

Ningún sector, según las cifras de paro del Ministerio de Empleo, ha sufrido en Galicia el impacto del paro como el de la construcción. Entre julio de 2007 y 2013 -último dato disponible-, el sector servicios experimentó un incremento del desempleo del 94%, por un 95% del registrado en el sector primario (agricultura y pesca). En el terreno industrial, el porcentaje de aumento fue del 68%.