El juez que instruye el caso Campeón en el Tribunal Supremo pide a la Sala de lo Penal de este que tramite el suplicatorio al Congreso para poder actuar contra el exministro de Fomento José Blanco por tráfico de influencias, delito castigado con entre seis meses y dos años de prisión, aunque no por los delitos de prevaricación y cohecho que también quería imputarle la Fiscalía. Este es un paso más hacia la posibilidad de que el que fuera número dos del PSOE se siente en el banquillo de los acusados, aunque no es el definitivo.

Si la petición de Soriano es aceptada por la Sala de lo Penal, provocaría la apertura de un procedimiento abreviado previo a la decisión de procesar o no a Blanco, que prometió en marzo que si era juzgado dimitiría de su escaño. Sus abogados presentarán en unos días un recurso de apelación ante al Sala Segunda del Supremo contra los argumentos del juez para imputarle un delito de tráfico de influencias, según fuentes cercanas al exministro.

El magistrado José Ramón Soriano emitió ayer dos autos en respuesta a las alegaciones de la defensa del actual diputado socialista, envuelto en esta trama de presuntos sobornos a políticos por el empresario Jorge Dorribo, que lo acusó de recibir 200.000 euros en una gasolinera en Guitiriz.

Las escuchas telefónicas, sin embargo, abrieron una nueva vía por la intermediación de Blanco ante el municipio socialista de Sant Boi para desbloquear una licencia para una nave al empresario lucense José Antonio Orozco, vicepresidente de Azkar y amigo personal de Blanco. Adaptarse a las exigencias del consistorio requería una inversión de entre 175.000 y 500.000 euros, trámite que finalmente solventó sin gasto.

Soriano estima en parte las alegaciones de Blanco al retirar la petición de imputación por prevaricación y cohecho, pero su núcleo central resulta duro con este, pues considera su intervención "determinante" para que Orozco consiguiese una licencia que, en un principio, el técnico municipal había denegado. El magistrado incluso señala al encargado de mediar en el conflicto. "No es preciso que se especifique en sus detalles la capacidad de influir del ministro y alto cargo del Partido Socialista en una autoridad que pertenece a un partido hermano, habiendo encomendado la realización de los contactos a un secretario de Estado de su departamento, Isaías Táboas, que sí pertenecía al mismo partido que el alcalde de Sant Boi, el PSC", escribe Soriano. "No se explicaría una actuación de Táboas ante el alcalde de Sant Boi en beneficio de Orozco, al que ni siquiera conocía", añade. El técnico municipal que dio luz verde final a la licencia de Azkar negó presiones.

No se queda ahí Soriano, que sostiene que, aunque el alcalde y Blanco no se conociesen, "la jurisprudencia ha entendido que la afinidad política y el desempeño de ciertos cargos de tal naturaleza puede constituir una forma de presión o influencia en la persona que tiene que dictar la resolución". Y añade. "Es determinante el cambio de actitud del ayuntamiento después de las reuniones con el alcalde, provocadas por el aforado. Tales reuniones buscaban una solución política al tema (el alcalde no es técnico en la materia) cuando la razón denegatoria de la licencia tenía su base en el incumplimiento de las condiciones técnicas".

El auto tumba la petición de Blanco de archivar el caso debido a las "graves irregularidades en la práctica de las diligencias de investigación" y censura que el fiscal se centrase en los pinchazos telefónicos olvidando datos que favorecían su defensa. A Soriano le parece lógico que el fiscal indague y aclara que el significado "gramatical y contextual" de las conversaciones interceptadas es "bastante claro", además defiende que las diligencias de la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales se hizo siempre en sintonía con él y destaca la necesidad de que sean secretas para evitar situaciones como el "vaciado" de un ordenador por parte de un implicado.

Solo sanciona la petición de un informe pericial policial de la Fiscalía contra las explicaciones municipales. Soriano cree que es "discutible técnicamente" y no da por cerrada la instrucción.