"He sido honrado y honesto en la vida pública, mi error es privado. Pido perdón. Me voy para que no se vincule el nombre de Ribadumia con actividades delictivas". Con estas palabras se despedía de la Alcaldía de Ribadumia el 22 de mayo de 2001 José Ramón Barral, Nené, entre las lágrimas de más de 200 vecinos. Abandonaba el Concello cuyo destino había regido durante 18 años -primero con AP y después con el PP- con amplias mayorías absolutas tras su primera y única detención por contrabando de tabaco, que tuvo lugar seis días antes por orden del juez vilagarciano José Antonio Vázquez Taín. Tenía 63 años y han pasado ya 12 sin que el juicio se celebre a la espera de unas comisiones rogatorias en Suiza cuya respuesta no llega. Un caso que corre el riesgo de ser archivado sin ir siquiera a juicio.

Hecho a sí mismo, Barral fue durante muchos años emigrante en distingos países de Europa. Regresó a su tierra y trató de modernizar su municipio, aunque fijó su residencia en Vilanova de Arousa donde tenía una mansión próxima a la playa, y también un pazo en Lantaño valorado por entonces en unos cien millones de pesetas.

Considerado cuarenta años atrás uno de los históricos del rubio batea y avezado alumno de Vicente Otero, Terito, con el que fue socio de una empresa concesionaria de Ford en Vilagarcía, con él se iniciaron otros que sí dieron el salto al narcotráfico como Luis Falcón, Sito Miñanco o Laureano Oubiña.

Parecía que Nené se había alejado del contrabando debido a su actividad política y empresarial diversificada en distintos negocios, desde bodegas a plantaciones de kiwi.

Pero el 12 de mayo de 2001 el Servicio de Vigilancia Aduanera intervino en el Puerto de Vigo más de 400.000 cajetillas de tabaco "Magnum" valoradas en 200 millones de pesetas. Estaban ocultas en embalajes de madera especialmente diseñados a bordo de cuatro contenedores del buque Mars y funcionarios de Aduanas venían siguiéndoles la pista por los numerosos puertos por los que pasaron, incluidos los Emiratos Árabes. Con esta operación caían por primera vez los hermanos Barral, Nené, alcalde de Ribadumia, y Feliciano, presidente local de partido.

La investigación fiscal abierta entonces por el Juzgado de Vilagarcía llevó al embargo preventivo del patrimonio de Nené Barral en España y el bloqueo de sus cuentas. El juez, además, le prohibió utilizar las cuentas bancarias que tuviera en el extranjero y envió comisiones rogatorias a Gran Bretaña, Portugal, Noruega y Suiza. Al final no se localizó dinero, a la espera de lo que ocurra con Suiza. En este país se procedió al registró del despacho de su representante, que denunció irregularidades sobre las que la justicia Helvética aún no se ha pronunciado. Tampoco han respondido sobre la cuantía de las posibles cuentas de Barral.