Un trabajador gallego tiene que destinar por término medio algo más de la mitad de su salario al pago de la hipoteca por la adquisición de la vivienda, concretamente el 52,7%, según los datos del IGE y de la Consellería de Facenda. Se trata del porcentaje más alto desde que hay estadísticas de este tipo (año 2000) que además choca con la tendencia decreciente seguida en el conjunto de España, donde el esfuerzo familiar, es quince puntos menos que hace cuatro años, justo al inicio de la crisis.

El comportamiento de Galicia es totalmente diferente al del resto de España, al menos según los datos verificados por el Instituto Galego de Estatística. En el conjunto del Estado, el esfuerzo destinado al pago la hipoteca ha entrado en una tendencia de descenso, debido, sobre todo, a la caída del precio de la vivienda, llegando así a los niveles aconsejados por el Banco de España, que recomienda que el esfuerzo económico para comprar una casa se sitúe en torno a un tercio de la renta de las familias.

En Galicia, en el tercer trimestre de 2012, el esfuerzo llegaba al 52%, aunque el acumulado de todo el año casi rozaba el 53%. Y en España no llegaba al tercio (27,5%) -sin contar las deducciones fiscales-, cuando en 2008 los hogares destinaban en su conjunto un 42% de sus ingresos a devolver los préstamos hipotecarios.

Un de las causas de esta diferencia con los datos nacionales, es que para el conjunto del Estado, el Banco de España mide los ingresos de todos los componentes de cada familia -a más sueldos, menos carga hipotecaria por hogar-, mientras que el IGE hace este cálculo en función del salario medio de un trabajador. De ahí que el esfuerzo en la comunidad gallega sea casi el doble que la media nacional. "Es un indicador que sirve para seguir la evolución del gasto por persona en hipoteca, aunque no se pretende medir el nivel de forma exacta", precisa la Consellería de Facenda.

Pero lo que ya no tiene una explicación tan clara es por qué en Galicia no solo sigue aumentando el porcentaje de salario destinado al pago de la cuotas hipotecarias cuando el precio de la vivienda está cayendo, sino que además ha marcado en 2012 su techo histórico. La tendencia es la contraria a la registrada en el conjunto del Estado.

En el año 2000, el esfuerzo salarial en Galicia era del 36,3%. Es decir, un trabajador dedicaba al año un poco más de un tercio de lo que ganaba a pagar las cuotas de un préstamo hipotecario concertado a 20 años al tipo de interés vigente y para financiar el 80 por ciento del valor de la vivienda.

En estas mismas condiciones, el esfuerzo se mantuvo más o menos constante hasta el año 2005, pero a partir de ahí se disparó. En 2006 se puso en el 45% y en 2008 llegó casi al 50%, para en 2009 y 2010 bajar casi seis puntos y volver a subir en 2011 y 2012 hasta el 52,7% actual, el nivel más alto de la historia.

¿Son fiables estos datos, que difieren tanto de la media nacional? La Xunta los defiende. "Para calcular el importe medio de una vivienda se utiliza la información que proporciona el Ministerio de Fomento sobre el precio de la vivienda por metro cuadrado en Galicia y la superficie media de una vivienda de la estadística de construcción de edificios del IGE", explica la Consellería de Facenda.

Estos datos se cruzan con los tipos medios hipotecarios a más de tres años que publica el Banco de España y el coste salarial por trabajador y mes para Galicia recogido en las cuentas del Instituto Nacional de Estadística. "Y la comparación entre la cuota hipotecaria y el salario mensual proporciona un indicador del porcentaje de salario que se dedica al pago de hipotecas", concluye Facenda.