"Uno de los hechos económicos más significativos, a la hora de enjuiciar el desarrollo económico y el bienestar social de los españoles, es el análisis de su comportamiento regional", recuerda Pablo Alcaide en la última edición de los Cuadernos de Información Económica de Funcas. De ahí, que el "desigual nivel de desarrollo" de las comunidades, desemboque también en unas variaciones muy destacadas en el ahorro bruto regional. En general, según el economista, la "insuficiencia" de la mayoría de ellas "estaba compensada por las transferencias recibidas del conjunto de las administraciones públicas para financiar gastos en pensiones, subsidio de paro, enseñanza, sanidad y otros servicios públicos sociales".

Y ésa es también una de las razones que empuja a que el ahorro individualizado presente un panorama diferenciado entre ellas, junto, apunta el análisis, a "la idiosincrasia de la población residente, en su propensión al ahorro". Así, con respecto al Producto Interior Bruto (PIB) de cada región, la cuota de ahorro por habitante en Madrid llega al 25,5%, un 24,5% en Baleares, y ligeramente por encima del 21% en Cataluña y País Vasco. En el entorno del 20% aparecen Comunidad Valenciana y navarra; y un 19% en el caso de La Rioja. Todas ellas superan la media nacional, situada en 2011 en el 17,67%.

Para encontrar a Galicia hay que retroceder hasta el lugar número 12. El ahorro bruto por persona aquí representa algo menos del 12% del PIB autonómico. La mitad, por tanto, de las seis comunidades que encabezan la capacidad para llenar la hucha. En Melilla es negativo. Un -4,11%, mientras que en Ceuta se queda en el 3,70%. Al margen de las ciudades autónomas, Andalucía y Extremadura son las dos regiones en las que el porcentaje es menor con relación al volumen total de sus respectivas economías, un 10,07% y un 8,46%.