El proyecto estrella anunciado por Feijóo durante el Debate sobre el Estado de la Autonomía quiebra el poder local del PP. Uno de cada diez ayuntamientos gobernados por los populares en Galicia dice no a las fusiones municipales promovidas por el presidente de la Xunta junto con el secretario xeral del PP y también conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, el presidente de la Fegamp y alcalde de Ferrol, José Manuel Rey Varela, y el presidente de la Diputación de A Coruña, Diego Calvo.

Estas alianzas de miniconcellos –la primera del país se está fraguando entre los municipios coruñeses de Oza y Cesuras– es para Xunta y PP la solución al raquitismo presupuestario y a la situación de crisis que a los pequeños ayuntamientos les hace cada vez más complicado garantizar la prestación de servicios. Nada que ver con la lectura que hacen los alcaldes de los municipios de menos de 10.000 habitantes, que frente a las fusiones –para ellos sinónimo de "absorción" de los pequeños concellos y "pérdida de identidad"– defienden las mancomunidades de servicios.

Con el objetivo de manifestar su "malestar" por las "presiones" de Xunta y el PP para diseñar un nuevo modelo territorial a través de la fusión de municipios, medio centenar de alcaldes populares se reunieron el pasado día 21 de marzo en un hotel a las afueras de Santiago. Aunque en un principio un pequeño sector de los regidores críticos plantearon abandonar la Fegamp en señal de protesta al entender que no tienen voz en el órgano de poder local, finalmente la desistieron por decisión de la mayoría, tal y como avanzó ayer este diario. "Pedimos que no se nos trate como conejillos de indias. Estamos de acuerdo con la cooperación entre municipios y las mancomunidades para prestar servicios, pero no de la fusión", apunta un regidor del PP asistente a la reunión. "Todos los alcaldes del rural están en contra de las fusiones. ¿A ver qué vecino del rural está dispuesto a que le supriman centros de salud?", añade otro alcalde.

En vísperas de la reunión de regidores populares –en la que también promovieron la creación de una asociación en defensa de los intereses de los pequeños concellos–, la dirección del PP gallego trató de boicotear el encuentro pidiendo a los regidores que no acudieran a la cita en Compostela. "Hubo llamadas del gerente provincial", apuntan también para el caso de los municipios de A Coruña. "Y en algunos casos, de Negreira", comentan sobre los alcaldes coruñeses que habían mostrado su intención de acudir a la reunión y que finalmente declinaron la invitación.

Como "toque de atención" y "tirón de orejas" a la "presión" del PP por sumar nuevas fusiones de municipios, medio centenar de alcaldes de pequeños ayuntamientos promueven una asociación para dar voz a los miniconcellos. "La asociación avanza pero todavía no hay nada cerrado al cien por cien", apunta un regidor, al tiempo que destaca que "no es para hacer nada negativo", sino que pretende que la Fegamp "se preocupe de los municipios pequeños".

Oposición

Primero fueron los presidentes de las diputaciones provinciales de Ourense y Pontevedra los que se manifestaron sus recelos con el proceso de fusión de municipios. Luego los alcaldes de pequeños municipios se manifestaron a favor de las mancomunidades como medida para mejorar la prestación de servicios y ahorrar costes. Y con el anuncio de la primera fusión hace apenas 15 días –entre Oza dos Ríos y Cesuras–, a las críticas de la oposición por el modo en el que se había hecho público –sin haberles informado del proceso– se sumó el rechazo vecinal del municipio más pequeño por el temor a ser "absorbido".

La última puesta en escena del rechazo al nuevo modelo territorial que impulsa la Xunta la protagonizaron hace apenas diez días medio centenar de alcaldes populares en municipios de menos de 10.000 habitantes con un almuerzo a las afueras de Santiago para reclamar a Feijóo y a su partido que desistan de promover nuevas alianzas de concellos. La mayoría de los regidores, curiosamente, eran de Pontevedra y Ourense, en donde sus presidentes de sus diputaciones critican las fusiones.

El proceso, según los alcaldes críticos del PP, debe paralizarse hasta que el Gobierno central presente una propuesta de modificación del mapa territorial acompañada de los correspondientes estudios de ahorro.