Un total de 21 expertos han colaborado en la elaboración de un libro sobre los riesgos naturales a los que se expone Galicia, en el que advierten de que la comunidad ha acumulado buena parte del sector productivo de los grandes núcleos de población en la costa y con una planificación hecha "de espaldas a las condiciones del medio".

El profesor de Geografía de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) Urbano Fra Paleo, editor de la obra, señala en sus textos que, de este modo "lo que se puede perder tiene más valor".

En el acto de presentación, Urbano Fra ha destacado que aún no había un trabajo "con una visión global" de los peligros naturales en Galicia, pese a que se trata de una zona, como el resto de Europa, está densamente poblada". En este sentido, ha apuntado que entre 1998 y 2009 se produjeron en el continente 100.000 víctimas por catástrofes naturales y los afectados llegaron a los 11 millones.

El "paisaje de riesgo" de Galicia lo integran episodios de incendios forestales, tormentas invernales, inundaciones puntuales, la actividad sísmica, olas de frío y calor y una permanente exposición al radón, ha indicado el experto, que ha considerado "preocupante" la concentración urbana en zonas de costa dados los efectos que podrían derivarse del cambio climático.

Los cambios ambientales en Galicia, señala, son "relativamente limitados y regulares", dado que no hay volcanes, grandes seísmos o grandes inundaciones, pero "se producen víctimas y los ciudadanos, las empresas y el Estado sufren pérdidas". En este sentido, el libro recoge un documento del Consorcio de Compensación de Seguros --entidad dependiente del Ministerio de Economía que concede indemnizaciones por daños catastróficos-- que muestra que las indemnizaciones pagadas por inundaciones en 2008 alcanzaron casi los 449.000 euros y las de tempestades fueron más de 74.000 euros.

En la presentación del libro, el director general del Consorcio, Ignacio Machetti, ha destacado que en Galicia, la tormenta 'Gordon' provocó en 2006 daños de 50 millones de euros, mientras que el 'Klaus', provocó en 2009 desperfectos de "más de 80 millones", un 20% del dinero para indemnizaciones con cargo a este organismo en toda España. Entre 1994 y 2008, los pagos por inundaciones fueron 94,5 millones; por tempestades, 3,3 millones y por terremotos 2,4 millones, el 7,7% del total de España.

"Nuestra tierra apacible no es tan apacible", ha resumido Fra Paleo, que ha pedido que las administraciones, especialmente a la local, se involucren en la puesta en marcha de medidas "proactivas, además de las reactivas". Así, el profesor de Geología de la Universidad Rey Juan Carlos Fidel Martín-González reclama en su artículo que se estudien "en detalle" las estructuras tectónicas que pueden estar activas en Galicia, con el fin de que se incorporen al análisis de peligrosidad sísmica.

Este riesgo de terremotos en la comunidad, "se considera infravalorado", pese a la revisión al alza que se produjo tras los episodios registrados entre 1995 y 1997 en la zona de Sarria, Triacastela y Becerreá.

Tsunamis

En cuanto al riesgo de tsunami, el profesor Fra Paleo indica que "apenas se han documentado" estos fenómenos en Galicia, pues su estudio se ha basado en textos históricos. No obstante, está registrado que el terremoto que afectó a Lisboa en 1755 estuvo acompañado también de un tsunami con "un foco distante", por lo que el experto apuesta por hacer un estudio más detallado para "incorporar este peligro en la planificación de riesgos en áreas costeras".

"Las Rías Baixas es un área particularmente vulnerable por la existencia de un estrecho litoral de costas bajas rodeadas de fondos poco profundos, densidades de población altas o muy altas y un conjunto de infraestructuras de comunicación y actividades económicas que no están teniendo en cuenta el riesgo asociado a su emplazamiento", analiza Fra Paleo.

Enfermedades animales

La obra recomienda también un mayor estudio y atención a las enfermedades animales como el conocido como mal de las 'vacas locas', la lengua azul o la fiebre aftosa. También indica que el gas radón, considerado un "elemento cancerígeno humano" por la Organización Mundial de la Salud debe ser tenido en cuenta en la construcción de edificios. Las rocas graníticas, comunes en Galicia, tienen proporciones importantes de uranio, que puede transformarse a un tipo de radón, que es exhalado del subsuelo a través de grietas y se acumula en los edificios.

Por su parte, el rector de la Universidade de Santiago de Compostela, Juan Casares Long, se ha preguntado "cuántos de los riesgos son naturales y cuántos derivados de la actividad antropogénica" y ha destacado que los adversos extremos "acaban afectando a la población".