El camino del Sistema Institucional de Protección (SIP) empieza a ser transitado por las cajas de ahorro españolas en busca de un fortalecimiento y un redimensionamiento ante el nuevo escenario financiero. Caja Insular de Ahorros de Canarias, conocida popularmente como La Caja de Las Palmas, Caja Inmaculada (CAI) y Caja Rioja acaban de sellar un acuerdo, que se cerrará en las próximas semanas, para crear un SIP, instrumento alternativo a una fusión de las entidades. El grupo resultante de la alianza constituiría la décima entidad de ahorro española con un volumen de negocio de 23.467 millones de euros y más de 2.800 empleados. Ésta sería el segundo SIP del sistema financiero tras el acuerdo entre Caja Navarra (CAN) y Caja Canarias (entidad de Tenerife)

Según fuentes próximas a la dirección de estas cajas, la decisión de crear una SIP no les impedirá de ningún modo la posibilidad de acceder al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, dotado de 9.000 millones de euros (que incluso se podrían ampliar en otros 3.000), una megaemisión de deuda impulsada por el Banco de España para fomentar la reestructuración del sector financiero. Para los promotores de esta alianza, FROB y SIP no son incompatibles. De hecho, mantiene que en todo el proceso de integración que están ultimando el Banco de España ha estado permanentemente informado y, en este sentido, la operación cuenta con su aval. "Estamos en coordinación con el Banco de España y los respectivos gobiernos autonómicos para trabajar de inmediato en todos los aspectos necesarios: jurídicos financieros, estructuras societarias o ámbitos de integración, para desarrollar este Sistema Institucional de Protección", según la propia Caja de Canarias.

Es más, los órganos de gobierno de las entidades explican que su determinación de constituir un SIP responde "tanto a las recomendaciones que el Banco de España como el Ministerio de Economía y Hacienda están planteando al sector financiero para garantizar la solvencia y liquidez, gracias a la vía del apoyo mutuo", informa Rubén Reja.

Las tres entidades de ahorro justifican su alianza en la necesidad de crear "un grupo económico conjunto en el que se integrarían las políticas de riesgos, gestión financiera y tesorería, consolidando sus estados contables". Pero el otro aspecto clave del SIP es que permite, como reconoce la propia Caja Canarias, que "cada entidad mantenga intacta su personalidad jurídica, su marca comercial e identidad corporativa, su actividad comercial minorista y su obra social".

Sin intervención política

La alianza entre Caja Insular de Canarias, CAI y Caja Rioja presenta otro aspecto singular es la prácticamente nula intervención de los responsables políticos de las diferentes comunidades. Los gobiernos autonómicos -a la cabeza el riojano presidido por Pedro Sanz, del Partido Popular- sí estuvieron al tanto de las negociaciones pero su protagonismo fue nulo, una circunstancia que confirmó ayer el portavoz del Gobierno de Canarias, Martín Marrero. "El Gobierno no ha querido interferir en este proceso que se está produciendo", aseguró para matizar que el Ejecutivo canario "siempre ha mantenido la postura de ser extremadamente respetuoso con las decisiones que se adoptan en los órganos directivos de ambas cajas", explicó para dejar claro que "en la medida que están en la línea de las recomendaciones del Banco de España, esta alianza se interpreta de manera positiva".

El vicepresidente canario José Manuel Soria, del Partido Popular, no dudó en avalar el pacto entre las tres cajas "porque aumentará la capacidad y dimensión de la entidad canaria y saldrá reforzada su solvencia".