Galicia fue recuperando ayer poco a poco la normalidad después de un fin de semana marcado por las bajas temperaturas y la presencia de nieve en prácticamente toda la comunidad autónoma. Los efectos del temporal, con todo, todavía se dejaron notar en puntos de las provincias de Ourense y Lugo, donde ayer algunas aldeas continuaban incomunicadas por la acumulación de nieve en las vías de acceso y casi 1.300 alumnos volvieron a quedarse sin clase. Los más perjudicados por los últimos coletazos del mal tiempo fue el rural de Lugo, donde ayer tarde todavía quedaban 1.400 familias sin luz.

Los técnicos de Unión Fenosa consiguieron reestablecer a primera hora el suministro en los municipios de Becerreá y Baralla, dos de los más afectados por los cortes.En este último ayuntamiento, de hecho, un centenar de vecinos han tramitado ya otras tantas reclamaciones contra Fenosa por los fallos que sufrieron en el suministro a consecuencia del temporal de nieve de principios de este mes,una situación que se volvió a repetir aunque en menor medida el pasado fin de semana. El alcalde de Baralla,el popular Manuel Jesús González Capón, explicó a Efe que todas las reclamaciones, que tienen una cuantía media de entre 400 y 500 euros.

En este sentido, el director xeral de Industria,Anxo Calvo, reconoció a Efe que los usuarios “tienen derecho” a reclamar cuando existe un defecto en la calidad del suministro pero,hizo hincapié en la excepcionalidad de la situación, ya que las averías fueron consecuencia de una nevada “como hacía años que no se recordaba”.

Además, al menos dos aldeas del municipio ourensano de A Veiga seguían incomunicadas y la circulación era irregular por nieve en dos carreteras de O Barco y Manzaneda.