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Esfuerzo, sacrificio, resistencia. Poco importa el frío o la humedad. Las mariscadoras acuden fieles a su cita con el mar cumpliendo así con un oficio escasamente reconocido y que lanza un SOS para garantizar su supervivencia. Con el agua por la cintura tirando de rastrillo o de rodillas cuando baja la marea, la historia y la economía de Galicia está en deuda con estas profesionales, mujeres bravas que hacen suya una profesión atávica. Eso sí, el romanticismo y la heroicidad del oficio se dan la mano con la cruda realidad que se refleja en las huellas que la dureza del trabajo deja en su cuerpo y su salud. A través de las mariscadoras también se ve el cambio en el ecosistema, zonas que un día fueron prósperas para la actividad, pero en los que ya solo es un recuerdo, en ocasiones por la contaminación. Sirvan estas imágenes como (escaso) homenaje a las mujeres del mar.
Esfuerzo, sacrificio, resistencia. Poco importa el frío o la humedad. Las mariscadoras acuden fieles a su cita con el mar cumpliendo así con un oficio escasamente reconocido y que lanza un SOS para garantizar su supervivencia. Con el agua por la cintura tirando de rastrillo o de rodillas cuando baja la marea, la historia y la economía de Galicia está en deuda con estas profesionales, mujeres bravas que hacen suya una profesión atávica. Eso sí, el romanticismo y la heroicidad del oficio se dan la mano con la cruda realidad que se refleja en las huellas que la dureza del trabajo deja en su cuerpo y su salud. A través de las mariscadoras también se ve el cambio en el ecosistema, zonas que un día fueron prósperas para la actividad, pero en los que ya solo es un recuerdo, en ocasiones por la contaminación. Sirvan estas imágenes como (escaso) homenaje a las mujeres del mar.
Esfuerzo, sacrificio, resistencia. Poco importa el frío o la humedad. Las mariscadoras acuden fieles a su cita con el mar cumpliendo así con un oficio escasamente reconocido y que lanza un SOS para garantizar su supervivencia. Con el agua por la cintura tirando de rastrillo o de rodillas cuando baja la marea, la historia y la economía de Galicia está en deuda con estas profesionales, mujeres bravas que hacen suya una profesión atávica. Eso sí, el romanticismo y la heroicidad del oficio se dan la mano con la cruda realidad que se refleja en las huellas que la dureza del trabajo deja en su cuerpo y su salud. A través de las mariscadoras también se ve el cambio en el ecosistema, zonas que un día fueron prósperas para la actividad, pero en los que ya solo es un recuerdo, en ocasiones por la contaminación. Sirvan estas imágenes como (escaso) homenaje a las mujeres del mar.
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Esfuerzo, sacrificio, resistencia. Poco importa el frío o la humedad. Las mariscadoras acuden fieles a su cita con el mar cumpliendo así con un oficio escasamente reconocido y que lanza un SOS para garantizar su supervivencia. Con el agua por la cintura tirando de rastrillo o de rodillas cuando baja la marea, la historia y la economía de Galicia está en deuda con estas profesionales, mujeres bravas que hacen suya una profesión atávica. Eso sí, el romanticismo y la heroicidad del oficio se dan la mano con la cruda realidad que se refleja en las huellas que la dureza del trabajo deja en su cuerpo y su salud. A través de las mariscadoras también se ve el cambio en el ecosistema, zonas que un día fueron prósperas para la actividad, pero en los que ya solo es un recuerdo, en ocasiones por la contaminación. Sirvan estas imágenes como (escaso) homenaje a las mujeres del mar.
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Esfuerzo, sacrificio, resistencia. Poco importa el frío o la humedad. Las mariscadoras acuden fieles a su cita con el mar cumpliendo así con un oficio escasamente reconocido y que lanza un SOS para garantizar su supervivencia. Con el agua por la cintura tirando de rastrillo o de rodillas cuando baja la marea, la historia y la economía de Galicia está en deuda con estas profesionales, mujeres bravas que hacen suya una profesión atávica. Eso sí, el romanticismo y la heroicidad del oficio se dan la mano con la cruda realidad que se refleja en las huellas que la dureza del trabajo deja en su cuerpo y su salud. A través de las mariscadoras también se ve el cambio en el ecosistema, zonas que un día fueron prósperas para la actividad, pero en los que ya solo es un recuerdo, en ocasiones por la contaminación. Sirvan estas imágenes como (escaso) homenaje a las mujeres del mar.
Esfuerzo, sacrificio, resistencia. Poco importa el frío o la humedad. Las mariscadoras acuden fieles a su cita con el mar cumpliendo así con un oficio escasamente reconocido y que lanza un SOS para garantizar su supervivencia. Con el agua por la cintura tirando de rastrillo o de rodillas cuando baja la marea, la historia y la economía de Galicia está en deuda con estas profesionales, mujeres bravas que hacen suya una profesión atávica. Eso sí, el romanticismo y la heroicidad del oficio se dan la mano con la cruda realidad que se refleja en las huellas que la dureza del trabajo deja en su cuerpo y su salud. A través de las mariscadoras también se ve el cambio en el ecosistema, zonas que un día fueron prósperas para la actividad, pero en los que ya solo es un recuerdo, en ocasiones por la contaminación. Sirvan estas imágenes como (escaso) homenaje a las mujeres del mar.
Esfuerzo, sacrificio, resistencia. Poco importa el frío o la humedad. Las mariscadoras acuden fieles a su cita con el mar cumpliendo así con un oficio escasamente reconocido y que lanza un SOS para garantizar su supervivencia. Con el agua por la cintura tirando de rastrillo o de rodillas cuando baja la marea, la historia y la economía de Galicia está en deuda con estas profesionales, mujeres bravas que hacen suya una profesión atávica. Eso sí, el romanticismo y la heroicidad del oficio se dan la mano con la cruda realidad que se refleja en las huellas que la dureza del trabajo deja en su cuerpo y su salud. A través de las mariscadoras también se ve el cambio en el ecosistema, zonas que un día fueron prósperas para la actividad, pero en los que ya solo es un recuerdo, en ocasiones por la contaminación. Sirvan estas imágenes como (escaso) homenaje a las mujeres del mar.
Esfuerzo, sacrificio, resistencia. Poco importa el frío o la humedad. Las mariscadoras acuden fieles a su cita con el mar cumpliendo así con un oficio escasamente reconocido y que lanza un SOS para garantizar su supervivencia. Con el agua por la cintura tirando de rastrillo o de rodillas cuando baja la marea, la historia y la economía de Galicia está en deuda con estas profesionales, mujeres bravas que hacen suya una profesión atávica. Eso sí, el romanticismo y la heroicidad del oficio se dan la mano con la cruda realidad que se refleja en las huellas que la dureza del trabajo deja en su cuerpo y su salud. A través de las mariscadoras también se ve el cambio en el ecosistema, zonas que un día fueron prósperas para la actividad, pero en los que ya solo es un recuerdo, en ocasiones por la contaminación. Sirvan estas imágenes como (escaso) homenaje a las mujeres del mar.
Esfuerzo, sacrificio, resistencia. Poco importa el frío o la humedad. Las mariscadoras acuden fieles a su cita con el mar cumpliendo así con un oficio escasamente reconocido y que lanza un SOS para garantizar su supervivencia. Con el agua por la cintura tirando de rastrillo o de rodillas cuando baja la marea, la historia y la economía de Galicia está en deuda con estas profesionales, mujeres bravas que hacen suya una profesión atávica. Eso sí, el romanticismo y la heroicidad del oficio se dan la mano con la cruda realidad que se refleja en las huellas que la dureza del trabajo deja en su cuerpo y su salud. A través de las mariscadoras también se ve el cambio en el ecosistema, zonas que un día fueron prósperas para la actividad, pero en los que ya solo es un recuerdo, en ocasiones por la contaminación. Sirvan estas imágenes como (escaso) homenaje a las mujeres del mar.
Cameselle
Esfuerzo, sacrificio, resistencia. Poco importa el frío o la humedad. Las mariscadoras acuden fieles a su cita con el mar cumpliendo así con un oficio escasamente reconocido y que lanza un SOS para garantizar su supervivencia. Con el agua por la cintura tirando de rastrillo o de rodillas cuando baja la marea, la historia y la economía de Galicia está en deuda con estas profesionales, mujeres bravas que hacen suya una profesión atávica. Eso sí, el romanticismo y la heroicidad del oficio se dan la mano con la cruda realidad que se refleja en las huellas que la dureza del trabajo deja en su cuerpo y su salud. A través de las mariscadoras también se ve el cambio en el ecosistema, zonas que un día fueron prósperas para la actividad, pero en los que ya solo es un recuerdo, en ocasiones por la contaminación. Sirvan estas imágenes como (escaso) homenaje a las mujeres del mar.
Esfuerzo, sacrificio, resistencia. Poco importa el frío o la humedad. Las mariscadoras acuden fieles a su cita con el mar cumpliendo así con un oficio escasamente reconocido y que lanza un SOS para garantizar su supervivencia. Con el agua por la cintura tirando de rastrillo o de rodillas cuando baja la marea, la historia y la economía de Galicia está en deuda con estas profesionales, mujeres bravas que hacen suya una profesión atávica. Eso sí, el romanticismo y la heroicidad del oficio se dan la mano con la cruda realidad que se refleja en las huellas que la dureza del trabajo deja en su cuerpo y su salud. A través de las mariscadoras también se ve el cambio en el ecosistema, zonas que un día fueron prósperas para la actividad, pero en los que ya solo es un recuerdo, en ocasiones por la contaminación. Sirvan estas imágenes como (escaso) homenaje a las mujeres del mar.
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