En estos tiempos educativos, tan convulsos por culpa del Covid, los centros de toda Europa han tenido que adaptarse a protocolos y confinamientos, con el objetivo de que la calidad educativa no mermara. 

Se ha tenido en cuenta, este curso más que ningún otro, tanto el seguimiento del currículo como la salud emocional de los alumnos/as. Una ardua tarea en la que los profesores y profesoras nos estamos dejando horas deseando que la pandemia repercuta lo mínimo posible en nuestro alumnado. A pesar de toda esta incertidumbre, debemos pensar que estos momentos también son buenos para que desarrollemos como docentes nuestra capacidad de cooperación, para que establezcamos lazos entre centros que fomenten el trabajo en grupo y que abran la posibilidad de que aprendamos unos de otros. Con este espíritu nace el proyecto Stop Here.

Al amparo de la plataforma eTwinning, programa de la Unión Europea en materia de educación, formación, juventud y deporte, docentes de una veintena de países han diseñado un proyecto cuyo principal objetivo es dar sentido a una de las máximas de Nicolae Lorga: “La sabiduría de la vida es simple: ¡actúa de tal manera que el lugar por el que pases sea mejor que antes de que pasaras!”. Este proyecto trata de trabajar las denominadas soft skills con nuestros estudiantes, desarrollar sus habilidades para hacer el bien como ciudadanos inmersos en una sociedad plural. La bondad es el amor que se manifiesta en cosas pequeñas y aparentemente insignificantes; es el respeto por los sentimientos y la personalidad de los demás. En esto es principalmente en lo que nos gustaría centrarnos en este curso.

Profesores de Rumanía, Moldavia, Eslovaquia, Polonia, Macedonia, Turquía, Letonia, Hungría, Italia, Bulgaria y Ucrania, se unen a los alumnos y alumnas de 3º de Primaria del Colegio Divino Salvador para llevar a cabo este proyecto. A lo largo de los siguientes meses de curso, estos alumnos realizarán distintas actividades en conjunto para descubrir todo aquello que nos une, que sin duda es mucho. Y todo ello teniendo en cuenta que la situación actual de la educación es muy diferente en cada uno de sus países. En Polonia, por ejemplo, se trabaja estos días de forma remota con previsión de volver a las aulas en abril; en Bulgaria, los pequeños asisten, pero los mayores no; en casi todos ellos, los profesores se han estado preparando para regresar a las clases telemáticas en cualquier momento. La situación de la pandemia en cada país determinará el futuro más cercano en este curso, que en nada se parece a lo que habíamos vivido antes.

Pese a todas estas dificultades, son numerosos los docentes que tratan de ver en esta situación una oportunidad para proponer nuevas perspectivas a sus alumnos. Stop Here se plantea como una pausa en nuestra vida frenética para dotar a los niños de herramientas de reflexión, para generar en ellos una visión global y cosmopolita, que les ayude a comprender su papel en un mundo cambiante y cada vez más universal.

Utilizando las nuevas tecnologías se proponen tareas a través de diferentes aplicaciones cuyo objetivo no solo es conocer mejor a nuestros vecinos europeos, sino también a nosotros mismos. Porque este, pese a lo extraña de la situación, también puede (y debe) ser un curso inolvidable.

Stop Here es un proyecto que nace de la entrega y el entusiasmo de algunos docentes. No es el único. Miles son los docentes que siguen trabajando con pasión, luchando en este día a día con la mirada puesta en una normalidad que todos deseamos llegue pronto. Una normalidad donde nada será igual y donde la educación debe seguir avanzando para alcanzar aquello con lo que soñaba Arturo Graf, alimentar en los niños y niñas el deseo de aprender.