En pleno corazón de la Ribeira Sacra, el concello lucense de Chantada tiene razones de sobra para estar catalogado como Municipio de Interés Turístico. Además de sus paisajes y sus viñedos, el románico tiene aquí una de sus máximas cotas de expresión, como ocurre en toda esta geografía sagrada de viña y vino. Su riqueza artística destaca especialmente por las iglesias que jalonan el ayuntamiento, entre las que sobresale la de Santa María de Pesqueiras, declarada Monumento Nacional. Situada en un paraje de bosques centenarios, muy cerca del embalse de Belesar, un hermoso sendero accede hasta ella.
Santa María de Pesqueiras está en la parroquia del mismo nombre, y es testimonio del importante monasterio que hubo en el lugar. No se tienen noticias de su fundación –quizás inicios del siglo XIII– pero sí que fue cenobio de monjas benedictinas, cerrado en el siglo XVI, pues se sabe que en 1515 se anexiona a San Paio de Antealtares.
El templo es de planta rectangular con ábside semicircular y nave con dos tramos, con contrafuertes en el exterior. Tiene arco triunfal, columnas en un orden y capiteles vegetales en el interior. El edificio se adapta al terreno irregular de la Ribeira Sacra, de ahí los dos niveles salvados por escaleras. Tanto en la decoración de sus ventanas, canecillos,…como en el arco que resalta la zona sagrada del altar, los expertos observan influjos del Maestro Mateo.
La fachada fue reconstruida con posterioridad. Dentro destacan las pinturas murales de la cabecera datadas en el siglo XVI. En ellas se representa a la Anunciación, la Resurrección de Cristo y el Juicio Final. Una ruta de baja dificultad escondida entre castaños y robles conduce a esta joya románica.
Pesqueiras es uno de los muchos monumentos de Chantada, concello de larga historia lleno de patrimonio, tanto civil como religioso, como San Salvador de Asma. La propia villa conserva un casco histórico de gran belleza, con calles porticadas y casonas antiguas con viejas galerías.
Entre la arquitectura militar y defensiva de Chantada se conservan la Torre de Arcos, la Torre de Vilaúxe y la Fortaleza de Pereira. Complementan este ingente patrimonio multitud de fuentes, cruceiros, molinos y petos de ánimas enmarcados por bellos parajes naturales y pintorescas aldeas como Belesar, Nogueira de Miño o Lucenza.
Otros itinerarios, como el de Centulle (San Xurxo de Asma),viaja por el pasado a través de las sepulturas antropomorfas de Fornas, con parada en benéficos lugares como el de Mouriscados, donde se encuentra un manantial de aguas medicinales que nacen en el monte y que fueron empleadas en el balneario próximo.
QUÉ VER
Requeixo: camino de la sierra
El lugar de Requeixo, con su bella iglesia románica, es un buen punto para iniciar el camino de la Serra do Faro, emblemática altura desde la que se divisan magníficas vistas a casi 1.200 metros. En la cumbre está la ermita del mismo nombre.
VISITA OBLIGADA
Asma: monasterio dúplice
Otra joya románica de Chantada es San Salvador de Asma, cuyo origen parece estar en el siglo IX. Como en otros monasterios, tuvo como fundadores a una pareja de nobles, siendo dúplice hasta el siglo XI. Como testimonio queda la iglesia.
GASTRONOMÍA
Vino y castañas: excelencia de la tierra
Territorio de sotos centenarios, la castaña es uno de los emblemas del concello, que aquí se procesa para ser marrón glacé, harina y otras presentaciones. También es productora de cereza, de vino y licores, entre otros manjares de la tierra.
