El alarmante resultado de una reciente investigación, inédita en su campo, realizada por la Unidad Clínica de Conductas de la Facultad de Psicología de Oviedo, ha puesto en alerta sobre un fenómeno que avanza a pasos agigantados: el de la adicción al juego de menores de edad a través de internet. Según este estudio, más del cinco por ciento de los adolescentes asturianos, entre los 14 y los 16 años de edad, presenta un claro riesgo de acabar enganchado a juegos y apuestas.
Ni en Galicia, ni en ninguna otra comunidad autónoma se ha efectuado una investigación similar. Sin embargo, Juan Lamas, presidente de la Asociación Gallega de Jugadores de Azar, no sólo no se extraña sino que corrobora los resultados "y aún pueden llegar a ser peores", añade. "Evidentemente -explica Lamas- si no se han hecho estudios como éste sobre menores de edad adictos al juego es porque, en teoría, el juego está prohibido para estas edades, pero la realidad es otra. En nuestra asociación, desde hace diez añosa para acá, percibimos que la edad de personas con problemas con el juego ha decrecido notablemente. Están empezando a llegarnos chicos de 18, 19, 20 años pero que, eso sí, nos confiesan que empezaron a engancharse a los 13, 14 o 15 años".
Las nuevas tecnologías, especialmente representadas por el móvil y la tablet, son las herramientas que facilitan el acceso al juego de los menores, no obstante Lamas cree preciso distinguir entre apuestas o line y presenciales: "Es cierto que, a fin de cuentas, todo esto se mueve a través de internet, pero en las apuestas on line existe mucho más control en el sentido de que, con mayor o menor rigor, se comprueban los datos de identidad del usuario, cosa que no ocurre con las apuestas presenciales". En referencia a estas últimas, cuyo control es competencia de cada comunidad autónoma, el presidente de AGAJA llama la atención sobre la proliferación de salones de juego: "En principio -dice- parecerían los herederos de las antiguas salas de juego en las que se jugaba al futbolín, al billar, al ping-pong...pero ahora son más peligrosas". Los locales a los que alude Lamas semejan bares normales que se caracterizan por contar con una pantalla grande de plasma y, a su lado, muy cerca, se ubican máquinas de apuestas. "Al igual que hacíamos en anteriores generaciones, los chicos de ahora pueden pasarse horas en esos locales, la diferencia estriba es que nadie les controla su acceso a las máquinas de apuestas. Lógicamente, no pasa nada si uno apuesta un euro, o dos o cinco a, por ejemplo, el partido de fútbol que está viendo en la pantalla,el problema es cuando ves a chavales que apuestan a carreras de galgos que se disputan en Australia o a los partidos de la Tercera División griega...y que lo hacen reiteradamente...ahí está el peligro".
En esta opinión también coinciden los investigadores asturianos, para quienes las apuestas on line desde casa no son el principal problema de los jóvenes. "Apenas encontramos adolescentes jugadores que apuesten solamente por el método on line", señala el psicólogo José Ramón Fernández Hermida.
El riesgo estriba en el juego como moda social, cual citaba Lamas, entornos muy nuevos para la gente joven, espacios donde se puede ver fútbol en pantalla gigante, estar con los amigos, jugar a las tragaperras y a las máquinas de petacos. Apostar...Es como un club social.
El profesor Fernández Hermida habla de otros conceptos: excitación, competencia, emulación. Y de un entorno donde, sobre todo entre varones, "existe esa idea de yo me atrevo más que tú, yo no me arrugo". De alguna manera, jugar en grupo, con numerosas variantes, que van desde "las timbas de póquer entre ellos al rasca de la Once". Y aquí interviene otro de los factores a tener en cuenta: la inmediatez, desde dos perspectivas. La inmediatez para cobrar el premio, y la inmediatez para probar suerte otra vez en caso de mal resultado.
La adicción
"Hay que regular la publicidad de este tipo de actividad de forma urgente", señala el psiquiatra Juan José M. Jambrina. A la consulta no llegan adolescentes con la adicción al juego como primer problema, "pero es un problema que a veces aparece, asociado a otros. En general, los chicos llegan por la vía de la falta de rendimiento escolar".Y tras esa falta de rendimiento se esconden muchas cosas".
"¿Que cuándo existe ludopatía en un joven? Para responder a esa pregunta se aplica el mismo baremo que para las personas adultas: cuando hay pérdida de control", señala Juan Lamas.
Alcohol, tabaco y ludopatías son tres elementos que suelen ir de la mano, afirma Juan José Martínez Jambrina. Y más en estos entornos de juego social. En el caso de los jugadores patológicos "el juego está intimamente asociado al consumo de alcohol".
El cóctel es peligroso: una polítia de publicidad muy agresiva por parte de las empresas del sector, un público joven con personalidad muy inmadura e influenciable, un entorno social donde todo el mundo juega (el juego como pasatiempo) y una accesibilidad que permite jugar en cualquier lugar y en cualquier momento en lo que respecta al formato on line.
¿Tienen los niños con consumo abusivo de videojuego más posibilidades de ser años más tarde adictos al móvil y, en última instancia, adictos a las apuestas? La respuesta no es fácil. El fenómeno de la apuesta en directo, presencial u on line es demasiado moderno como para sacar conclusiones definitivas. En principio, mejor descartar el determinismo, aunque José Fernández Hermida está convencido de que "la tendencia al juego se mantiene a lo largo de toda la vida".
Por su parte, Martínez Jambrina separa radicalmente el problema de la sobreexposición de los niños a los videojuegos de este otro de las apuestas. "Son fenómenos diferentes", pero para uno y para otro "el control de los padres en esa franja de edad entre los 10 y los 14 años se hace imprescindible". En el asunto de los videojuegos, el tiempo de exposición puede que no sea tan importante como la naturaleza del juego en sí mismo. Los hay con una carga de realismo y violencia importantes.
"Y también hay -añade Juan Lamas- cierto tipo de juegos que, por una parte, crean adicción y, por otra, pueden ser la plataforma para que el niño acabe apostando porque, a fin de cuentas, se utilizan los mismos estímulos que en los juegos de azar puro y duro: que si a ver quien consigue más puntos, que a ver a qué nivel consigues llegar...eso es un paso para que des el salto a las apuestas....Por no hablar de la falsa publicidad: Yo conozco a universitarios que han decidido dejar sus carreras para dedicarse a jugar al pócquer on line y hasta me han dicho que se sacan el equivalente a un sueldo alto, más de tres mil euros al mes".
La psicóloga clínica Nuria González Riera matiza entre el uso del móvil y las ludopatías. "Y dentro del móvil no es lo mismo hablar de dependencia que de adicción, que es un paso más, porque la adicción interfiere en la vida. Aproximadamente el veinte por ciento de los adolescentes "tiene la autopercepción de que me estoy pasando con el móvil", apunta Fernández Hermida.
"Lo que hay que hacer es fomentar la parte positiva de las nuevas tecnologías -afirma Lamas- Todo padre debe y hacer un esfuerzo por entender estos nuevos aparatos digitales. Sé que es difícil para quienes han vivido toda su vida con el sistema analógico, pero ñodemos decir que se ha convertido en un deber educacional."
Noches de televisión con ruleta y póquer
- Mucho rojo. Las páginas de juego on-line buscan estrategias visuales. Está todo inventado, desde las luces centelleantes al arquetipo de los personajes que asoman. Hay mucha interjección (¡¡¡), mucha llamada a lo ¡¡nuevo!!, mucho meter prisa (¡¡juega ahora!!) y mucha red en primera instancia que para algunos es un salto al vacío después: ¡30 euros gratis para la primera apuesta! o ¡Si fallas la apuesta, te damos otra oportunidad! Un mundo de amigos... que quieren sacar pasta.Se trata de que el candidato se registre y comience a jugar, que entre en el juego, nunca mejor dicho. A partir de ahí, la mayoría de los mortales juega con desventaja porque, como dicen los expertos, el sistema está diseñado y construido para que la banca gane. No gana siempre, claro está, pero gana a la larga, que es lo que cuenta. A partir de las doce de la noche las televisiones, las generalistas, las locales y algunas temáticas, abren el casino. En la parrilla encontramos dos tipos principales de juego: ruleta y póquer. No son los únicos pero marcan tendencia.El ambiente reproduce la "magia" del casino, luces indirectas con cámaras inmóviles. La mano de la ruleta suele ser femenina, y también es mujer quien lleva la voz cantante del juego. Sin embargo, el género cambia con el póquer, en manos de hombres. Son normas que se repiten de manera sistemática en todas las televisiones, y no por casualidad: ruleta femenina, póquer masculino.Las cadenas juegan con un elemento que tira del juego: los nombres de los apostantes desde sus casas aparecen en pantalla. Aparecen cuando apuestan y aparecen cuando ganan.Los presentadores no meten prisa y dan seguridad hablando precisamente de seguridad. No faltan los mensajes a la prudencia, una versión lúdica y on-line del "bebe con responsabilidad".El sector basa su normativa en la última regulación de la ley del Juego, en 2011, que abrió la espita de los casinos y casas de apuestas online. Se estima que unas 500.000 personas en España se pueden considerar adictas al juego.
Juan José M. Jambrina - Psiquiatra
El factor de accesibilidad es muy peligroso en personalidades que aún no son maduras
Juan Lamas - Presidente de AGAJA
Cierto tipo de videojuegos son una plataforma desde la que se da el salto hacia las apuestas
José Ramón F. Hermida - Psicólogo
Un gran factor de riesgo es la inmediatez, la inmediatez por cobrar y la inmediatez por volver a apostar