Renovación de liderazgos

El caso Koldo se cruza en el proceso de relevo territorial del PSOE por la situación de Armengol y Torres

Ante el declive territorial del PSOE, que se consolidó en las últimas elecciones autonómicas y municipales con la pérdida de la mayoría de su poder institucional, en Ferraz hay urgencia por “hacer los deberes”. Una renovación generacional en los liderazgos autonómicos

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversa con la ministra de Educación, Pilar Alegría, el número tres del PSOE, Santos Cerdán, y la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, durante un pleno en el Senado.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversa con la ministra de Educación, Pilar Alegría, el número tres del PSOE, Santos Cerdán, y la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, durante un pleno en el Senado. / José Luis Roca

Iván Gil

El PSOE tiene un problema de consolidación autonómica. Pedro Sánchez así lo asumió tras las elecciones gallegas y recetó un “cambio generacional” en los liderazgos territoriales. Un proceso que se prevé acelerar tras las elecciones europeas, una vez cerrado este ciclo electoral, con la vista puesta en celebrar un congreso federal en otoño y a partir de ahí, en cascada, los congresos autonómicos para renovar las secretarías generales. En Extremadura y Comunidad Valenciana se adelantaron al proceso previsto y este fin de semana se cerraron sus respectivos congresos extraordinarios. En Galicia, el PSdG lo hará el próximo mes de abril. Tres territorios en los que sus secretarios generales dieron un paso al lado para renovarse. En Ferraz se espera que esta sea la tónica general.

Aragón es uno de los territorios donde la dirección federal más ansia un cambio de liderazgo para comenzar a preparar la alternativa. El equipo de Javier Lambán, sin embargo, no está por la labor ni de acelerar el calendario ni de aceptar sin resistencias lo que vaticinan como candidatos ungidos por Ferraz. Canarias y Baleares son dos territorios donde sus secretarios generales comparten la intención de seguir al frente de la organización, pese a haber perdido su poder institucional en las pasadas elecciones. Ángel Víctor Torres, ministro de Política Territorial, y Francina Armengol, presidenta del Congreso, son afines a la dirección federal. Sin embargo, el caso Koldo ha salpicado a las Administraciones que dirigían. La Fiscalía Europea Anticorrupción investigará sus contratos con la presunta trama de corrupción.

En Ferraz confían en que todo acabe archivado y defienden la honestidad de su gestión, pero reconocen que la investigación podría alargarse hasta dos años. Esta situación no tendría por qué interferir en los procesos de renovación territorial, pero en la dirección socialista insisten en su neutralidad y ponen en valor la democracia interna a través de primarias. De hecho, en Extremadura se impuso Miguel Ángel Gallardo frente a la candidata más afín a Madrid, Lara Garlito. En la Comunidad Valenciana Ferraz logró situar sin primarias a la ministra de Ciencia, Diana Morant, mientras que en Galicia José Ramón Gómez Besteiro, el preferido por la dirección, será el único candidato tras entregar el pasado viernes los avales.

El caso Koldo ha agitado la política institucional, pero también la vida orgánica tras la expulsión de quien fuera secretario de Organización y ministro de Transportes, José Luis Ábalos. Tanto Torres como Armengol, que no están siendo investigados, gozan del respaldo total de Ferraz y Moncloa. Con todo, la investigación de la Fiscalía Europea no deja de arrojar dudas al entrecruzarse con el proceso de renovación territorial.

“Ciclo vital cumplido”

Ante el declive territorial del PSOE, que se consolidó en las últimas elecciones autonómicas y municipales con la pérdida de la mayoría de su poder institucional, en Ferraz hay urgencia por “hacer los deberes”. Una renovación generacional en los liderazgos autonómicos que, dicen, no se pudo afrontar primero por la convocatoria de las generales y, después, por el largo proceso de investidura. Ahora, se quiere abordar sin dilación tras las europeas. Un amplia renovación que se naturaliza como parte de un “ciclo vital cumplido”. “Igual que lo pudo hacer el PP, cuando estaba en la oposición, lo tenemos que hacer ahora nosotros”, argumentan fuentes de la cúpula.

Más allá de Aragón, donde todas las miradas se dirigen a la ministra de Educación, Pilar Alegría, para tomar el relevo de Lambán, no se han destapado todavía candidatables. En territorios como La Rioja, por ejemplo, normalizan esta situación. Su secretaria general, Concha Andreu, asegura que no ha tomado una decisión sobre si presentarse o no a la espera de candidatos que vayan a dar un paso al frente. Eso sí, todos ellos dan por hecho un congreso federal en otoño y que los suyos autonómicos se celebrarán entre finales de este año y principios de 2025. Y es que el propio Pedro Sánchez aseguró públicamente que la renovación territorial es una “tarea que tengo que hacer como secretario general del PSOE”.

Autonomía en los territorios

El mensaje que se traslada a los territorios es que deben rearmarse y promover liderazgos “transversales”, con capacidad de aglutinar apoyos más allá de las siglas, para frenar su declive electoral. Afianzar “proyectos de largo recorrido” para aglutinar voto “más allá del PSOE”. Un miembro de la ejecutiva, que comparte responsabilidades territoriales, lo lee de forma positiva porque tras las últimas municipales y autonómicas debe producirse “un cambio de fase”. Se refiere a “una nueva hornada” y dirigentes “más jóvenes”. Eso sí, según remarca, “los liderazgos deben salir del territorio” sin que se “teledirija desde fuera”.

Una posición que se comparte mayoritariamente dentro de la ejecutiva, según asegura, aunque suponga una cierta autoenmienda a lo practicado durante los últimos años. No en vano, en algunos de los territorios se pidió tras las gallegas a la dirección mirar hacia atrás para hacer otro tipo de autocrítica.

“Sin autonomía no tenemos margen”, replicaban desde una de las federaciones tras pedirse una “reconstrucción” de las estructuras del partido y dar un viraje para atraer también “colaboradores externos” que aporten a nivel de programa, análisis y capacidad de llegar a diferentes colectivos. Las tensiones entre un modelo más centralista o más federalista no será fácil que desaparezcan, mientras que está por ver las resistencias para dar un paso al lado de algunos de los actuales secretarios generales que perdieron sus gobiernos en las últimas elecciones.